Hola ! Soy Kiersey , la escritora de esta novela , mi blog va a tratar sobre novelas pero tengo otro que es para subir fotos y noticias. Si tenéis alguna duda por favor ponédmelo por comentario y yo os responderé.

martes, 28 de febrero de 2012

Una ducha divertida: Capitulo 4



______ se miró al espejo, le dolía el cuerpo… no podía decir que ese hombre estuviera gordo, de hecho era demasiado sexy y musculoso… pero pesaba más que ella, y había caído sobre su cuerpo de una forma brutal, casi creía haber oído como crujían sus huesos.
Vale, tal vez exageraba, pero era seguro que le iba a salir un cardenal enorme, y de un color horriblemente feo.
Se echó crema por el cuerpo desnudo, con cuidado en los lugares donde más le dolía, tenía los dedos arrugados a causa del larguísimo baño que se había dado, y se sentía tan relajada que volvía a tener sueño.
Encendió la radio, y escuchó la música mientras se embadurnaba.
De pronto, la puerta se abrió, haciendo un estruendo brutal.
-¡Mierda! –gritó ella, buscando la toalla para taparse.
-¿Es que estas sorda o qué? –preguntó él, bruscamente, él que acaba de entrar en su cuarto de baño rompiendo la puerta. Ella se irritó.
-Yo no estoy sorda, pero tú parece que seas imbécil –gritó ______, cubriéndose con la toalla.
-¡Creía que te habías ahogado o algo! ¡Llevas más de dos horas metida aquí, y cuando llamo a la puerta no me contestas!
_______ se sonrojó, estaba tan concentrada que no había oído la puerta. Mentira, la primera vez si… pero lo había ignorado.
-No te oí.
-Totalmente sorda.
-Idiota.
-Gracias. ¿Por qué no te vistes?
-Cuando te vayas.
De pronto, la boca de Justin dibujó una sensual sonrisa, eliminando aquella línea recta que antes había de preocupación.
-¿Es necesario que me vaya? ¿No me dejas quedarme a mirar? –preguntó con picardía, mirándola de arriba abajo, aquella toalla pequeña no la cubría entera, ni siquiera le tapaba mucho.
-No… a menos que quieras ver, como me has dejado el cuerpo con ese salto.
Él palideció, y ella quiso reírse por lo bajo pero no pudo. Mala broma. Se acercó a ella con prisa, y le retiró la toalla, dejándola completamente desnuda ante sus ojos. La examinó de arriba abajo, acariciándole la piel del vientre, la hizo girarse, le examinó la espalda y las piernas, todo.
Y ella estaba demasiado sorprendida para reaccionar.
-No tienes nada –dijo él tirando la toalla a un lado, y de pronto, se dio cuenta de lo que tenía delante.
-Si-si-si me hubieras dado unos segundo más, te lo habría aclarado. Era… una mala broma –continuó ella, sintiéndose desnuda, y vulnerable, y con razón.
Justin carraspeó. El calor golpeó su cuerpo, ¡por dios santo! La había desnudado, la había toqueteado, y no había sentido nada por culpa del susto, pero ahora… ahora comenzaba costarle hasta pensar, con los dientes apretados intentaba contener el impulso de su cuerpo, que se levantaba para ella.
-Yo… yo… ¿me pasas la toalla? –pidió ella.
-¿Y si no quiero? –preguntó él cogiéndola de donde la había tirado.
Demasiado orgullosa, _____ cogió su bote de crema y salió del cuarto de baño. Maldito fuera, se pensaba mudar, y a un lugar donde  hubiera dos cuartos de baño, nada de uno. Nunca más. Haría obras.
-¿Dónde vas? –preguntó él, aturdido y divertido.
-¿Qué te parece? –preguntó acercándose a su habitación.
-¿Me dejas solo?
-¡Oh, no lo dudes!
-Me encanta tu culo –gritó él- es precioso.
-¡Vete a la miierda, Justin Bieber!
-¡Sólo si te vienes conmigo!
PLAF… ______ cerró la puerta de su cuarto, a modo de respuesta, y él sonrió. Se quedó inmóvil mirando la puerta, aquella que quería que se abriera, para poderla ver, una vez más. Dios… no le hacía falta, podía ver todo aquel glorioso cuerpo desnudo con tan solo cerrar los ojos.
No le hubiera importado ir a la miierda, como ella había dicho, si hubieran ido juntos… negando con la cabeza, y una sonrisa en los labios, se quitó la camiseta, y la echó a un lado, bien, no le hubiera importado irse con ella, pero ahora a donde necesitaba ir, era a darse una ducha, bien fría.
______ gimió contra el cojín de su habitación. Dios, cuanto lo odiaba. Sus mejillas aún estaban rojas por la vergüenza. Siendo sincera consigo misma, le gustaba su cuerpo… lo bastante como para enseñarlo.


¡Pero eran dos cosas muy distintas, enseñarlo, a que la dejaran sin nada! Como lo había echo aquella bestia.
Podía sentir su mirada pegada atrás, mientras recorría el pasillo, y para su vergüenza, había sentido un inmenso calor en sus partes más íntimas.
¡Maldito fuera! La dejaba sin nada, y encima la excitaba…
Quizás debiera de mandarlo a un hotel…
No, sabía perfectamente que no podía hacer eso, aquella casa era tan suya como de Caitlin, y no podía echar a su hermano.
La puerta sonó. ______ se negó a contestar, pues sabía quien era.
Toc, toc…
-¡Vete!
-_____… -la voz de Justin la perseguía.
-¡Que te vayas!
-Voy a entrar, sólo espero que aún no te hayas vestido… -su voz era tan sensual y provocativa… aunque también llevaba una pizca de diversión.
-No tendrás suerte.
La puerta se abrió, y él entró riendo. Se apoyó en el marco de la puerta, y miró hacía la cama, donde estaba ella tumbada boca abajo, agarrando con fuerza un bonito cojín color rojo.
-No, no que no la tengo, podrías haberme esperado desnuda…
-Ja. Ja. Ja. Que risa.
-No veo que te rías –le contestó con burla.
-¿Qué quieres? –preguntó ella con sequedad.
-¿Te apetece que vayamos a cenar?
-No –estaba preparado para la respuesta, aunque no pensaba dejar la cosa ahí.
-_______…
-No.
-¿Siempre eres tan dura, y cabezota? –se comenzaba a divertir demasiado con tanta negativa.
-No.
-¿Sabes alguna otra palabra? –preguntó, a ver que decía.
-No -la risa comenzaba a acumularse en su garganta, se veía ridícula.
-Pareces una cría…
-No.
De pronto ella estalló en carcajadas. Si, vale, parecía una cría… pero ¿y qué? Le divertía aquello… le recordaba a cuando su hermano entraba en su habitación para decirle algo, y ella empezaba con un No, tras otro… hasta que ambos reían a carcajada limpia por la estupidez…
-¿De que te ríes?
-¿Quieres que vayamos a cenar?
-Eso te pregunté –su sonrisa se amplió dejando ver la hilera perfecta de dientes blancos. Que guapo era cuando sonreía…
-Cuando arregles la puerta del baño, como llegue caitlin y vea el destrozo… -le dijo, apartando la mirada de su boca.
-¿Si la arreglo aceptas?
-Eso te dije… -contestó, con alguna esperanza.
-Pues vístete, hace más de diez minutos que guardé las herramientas. Te espero abajo en veinte minutos, ¿vale?
Y la puerta se cerró.


jueves, 23 de febrero de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 3


El agua caía por su cuerpo, caliente, vaporosa, los ojos le pesaban, y el agua hacía que le picasen, pero no importaba, nada importaba, solo la relajación que sentía al sentir el agua recorrer cada trozo de piel.
Se enjabonó despacio, sintiendo sus propias caricias en la piel, y deseando que no fueran sus manos la que la acariciaran. El calor aumentaba, y su respiración iba a prisa, el agua golpeando el suelo de la bañera era lo que más sonaba.
Los cristales estaban empañados, como todo el ambiente, que era borroso. Una puerta sonó, abrirse… la puerta del baño se abrió, y ante ella apareció, él. Justin.
Con una simple toalla rodeando su cintura.
-Justin–gimió ella- ¿Qué haces aquí?
-Te necesito… -susurró él.
-Pero Caitlin… nos va a ver.
-No… no te preocupes, se ha ido.
-Oh…
-¿Me haces un hueco en la bañera, cariño?
Sin pudor alguno, ______ sonrió, y dejó que él se introdujese en la bañera, junto a ella, después de quitarse la toalla. Las manos suaves y duras de él, la cogieron de la cintura, su miembro estaba erecto, y él caliente. Un cuerpo adherido al otro, pegados, una boca buscó a la otra, se besaron, devorándose.
______ gimió, él gruñó. Sentía su erección contra su vientre, sus manos acariciándola, tocándola.
Volvió a gemir.
-Justin… por favor –pidió, acariciando su miembro, duro, caliente, grande.
-Voy, voy _______
-Por favor –rogó ella, mientras, él se colocaba en su entrada.
-¡______! ¡_____!, ¡______!, ¡______!, coño despierta!
______ despertó.
Envuelta en sudor, acalorada, agobiada, y excitada. Miró a su amiga, que la miraba extrañada.
-¿Qué pasa? –preguntó mirando el reloj; las ocho de la mañana.
-¿Estás bien? –preguntó a ______.
-No –contestó secamente.
-Debes tener fiebre, estás muy roja, y hacías ruidos raros…
-Dioos… -gimió ella escondiendo la cabeza en la almohada. Esperaba al menos, no haber echo… mucho de esos ruidos.
-Oh… -dijo Caitlin comprendiendo- ¿Con quien? –preguntó curiosa.
-¡Que te importa!
-Uhii… por favor, si lo sé, te dejo correrte antes de despertarte.
-Mala broma… bueno, ¿Qué pasa?
-Me voy.
-Bien.
-Tres días.
-¿¡Que!? ¿Estás de coña, no?
-No… tengo un compromiso…
-Ya, me imagino de que tipo…
-¡Oye, bonita, que no siempre…! Bueno da igual, es trabajo… la empresa me manda, si no, no me iba…
-Ok… ¿ya, puedo seguir durmiendo?
-Si… sólo era para avisarte, y decirte que le eches un vistazo a mi hermano, ya sabes, por si necesita algo, o lo que sea…
-Caitlin…
-Adiós, cariño.
-Adiós…
-¡Cuídamelo!
-Que se cuide sólo –farfulló, enterrando la cabeza en la almohada.
¡Maldita fuese Caitlin, y todo su trabajo! Se iría también ella de viaje… pero después de dormir un rato más. Le pesaba la cabeza, tenía la boca pastosa, pero sobre todo, tenia muchas ganas de dormir, y… continuar con aquel maldito sueño.
Justin cogió la bolsa de chucherías, antes de adueñarse del mando de la tele y tirarse en el sofá. Se aburría.
Se aburría enormemente.
Y en vez de salir, como hubiera echo en cualquiera otra ocasión, se había quedado en casa… viendo la tele, y todo por culpa de una morena, que a pesar de ser las cuatro de la tarde, continuaba durmiendo.
Por un momento, llegó a pensar que se había quedado en coma, o algo así.
Hasta que al sacudirla un poco para ver si estaba bien, viva… le había soltado un guantazo, estando dormida.
Aún le picaba.
Encendió la tele, y la apagó, al terminar de pasar por todos los canales… bueno, sería mejor poner un buen dvd… con mucha pereza, se levantó, y se metió en el despacho de Catlin y de ______, donde su hermana le había dicho que había puesto todos los dvd’s…
-Como estamos haciendo cambios, los hemos puesto aquí… -le había explicado.
Y por culpa de esos cambios, él tenía que andar más de 100 metros… cuando no le apetecía para nada.

-Arrastró los pies, hasta que alcanzó el sofá, y se tiró de espaldas, ¡por dios, cuanto le pesaba la cabeza! ¡Y que sueño tenía!
Cuanto más duermes… más quieres dormir.
Joder, un poco más y necesitaba la vida completa para levantarse.
Maldito vino, pensó, maldiciendo a Justin, con el que, por cierto, no había vuelto a soñar, ningún sueño comparable, y de echo, no sabía siquiera, si había soñado, todo era un puñado de cosas confusas y pesadas. Nada claro, solo, la escena de la ducha.
Y una ducha, necesitaba ella darse, a ver si con eso, despejaba su mente, y aprovechaba lo que le quedaba de día.
Pero no, aún no… por ahora, le apetecía continuar en el sofá. Cerró los ojos, y suspiró en el silencio de la habitación.

Por dios, que de películas… pero al menos había dos o tres interesantes… que no iban de amoríos, y lloriqueos, podía decirse, que respecto a gusto, las dos tenían los mismos para las películas…
Justin caminó, hasta estar a pocos metros del sofá, y por un impulso, agarrándose al respaldo, se tiró sobre él.
-Aaaaaay, miierda –gruñó sobre lo que había caído.
Tan aprisa como pudo, Justin se retiró.
-¡_____ , ¿estás bien?! Joder, ¿Qué coño hacías en el sofá?
-¿Qué te parece que hacía, Justin ? ¿bailar? –preguntó con tanta ironía como pudo, aunque más bien, parecía un lloriqueo, y es que las lágrimas se le habían saltado.
-¿Estás bien?
Ella se intentó mover… no pudo.
-Si…
-¡Por favor! –exclamó indignado- podría haberte roto algo, ¡no puedes estar a oscuras en un sofá!.
Ella lo miró indignada.
-No es propio, que la gente se tire por encima del sofá…
Él se sonrojó.
-Se supone que dormías… en la cama.
-Ya ves que no… la próxima vez…
-¡Deja de discutir, y dime si estás bien!
Ella se intentó poner de pie, el dolor se había casi ido, él la ayudó.
-Una ducha me vendrá genial… -susurró comenzando a caminar.
-¿Te gusta picarme, eh?
Ella lo ignoró, y cambió hacía el baño.
-¡Dame una voz, si necesitas una mano!
-O las dos…


miércoles, 22 de febrero de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 2

El taconeo que hacía al caminar, conseguía que la gente mirara hacia ella.

-¿Se puede saber a dónde vas?- perguntó Justin alcanzándola.

-A mi casa...

-Nuestra, ahora.

-No te confundas, tú eres un invitado de tu hermana... y no me toques mucho las narices, no va a hacer que acabes en un hotel...

-¿Contigo?

_____ se quedó muda, y Justin sonrió sensualmente. Demaciado tarde para contestar, aunque decían mejor tarde que nunca.

-Sigue soñando...- contestó, y se giró para marcharse.

Sin ningún esfuerzo, él la retuvo.

-No seas así, _____. ¿Qué te cuesta acompañarme?

-¿Costarme? Nada... pero como eres tan grosero.

Él volvió a sonreír.

-¿Grosero? ¿He sido grosero? Te pido disculpas.

_____ vaciló, ¿le estaba tomando el pelo, o qué? Miró a los ojos color miel que la miraban sonrientes. Dios, era realmente guapo, más que guapo era hermoso... y además, sólo le bastaba cerrar los ojos para verlo desnudo y que todo su cuerpo se encendiera.
Sin querer carraspeó para quitarse de la cabeza aquellos impuros pensamientos. Ella había tenido una cita ese día, y él la había echado a perder, bueno, él con ayuda de ella. Quizás, si no se hubiera pasado la gran mayoría de la cita, maldiciendo a Caitlin y a su hermano, Sergio se hubiera quedado, y no habría salido espantado, pero ya, ¿Qué remedio le quedaba?
Estaba en un lugar lejano de su casa, sin coche, y sin ninguna gana de gastarse un dineral en un taxi que la devolviera sana y salva a su casa.

-Sé rapido, porque quiero volver ya a casa.

-¿Una copa?- preguntó él.

-Rápido.

-No tan rápido... no te vayas a atragantar...

_____ lo miró, la frase había sonado tan... la había dicho de una forma tan...Dios, la chica se llevó una mano a la cara, que se había tornado de rojo.¡Maldito fuese! Ella, que casi nunca se avergonzaba, ella, que pasaba de la gran mayoría de las personas... ¡Se estaba ruborizado por aquel cretino!

Lo que había que ver...

-Bueno, vamos a hacerlo...

-¿El qué?

-Tomarnos la copa, _____. ¿Qué pensabas?

_____ lo miró. Necesitaba una ducha... o mejor una nevera hasta arriba de hielo, porque aquellas indirectas que a ella le sonaban muy directas, le estaban embotando la cabeza, y al parecer no entendía no entendía las cosas bien.

-Está bien. Pero la tomamos rápido.

-Es mejor ir lento, _____... sino, se te sube.

-Si, si...-contestó ella, descartando la opción de un nuevo mensaje- vamos ya. Que quiero llegar pronto a la cama... digo a casa- se corrigió de inmediato.

Dios, en qué estaba pensando.. aquello no era normal en ella. Siguió a Justin hasta la barra, y ambos pidieron una bebida, _____ como él había dicho, se la tomó despacio, no quería... que se le subiese a la cabeza el alcohol, y no iba a tomarse una coca-cola, porque ella no acabaría con sus nervios, por el contrario los aumentaría.

-¿Y tu acompañante?- preguntó _____, para evitar dejar de pensar.

-Se había ido, justo cuando te oí.

-¿La dejaste irse sola? Vaya...

-Creo que mi amigo es mayorcito como para ir solo a casa... a menos que me confunda de persona, claro está.

-Ah...

-¿No vamos?- preguntó él, terminando de un trago la copa, y depositando el dinero de la cuenta.

-Aha...-dijo ella, y lo imitó, con la exepción del dinero.

Sus tacones la hacían balancearse. Bueno, quizás aceptar tomar esa copa, después de la casi botella de vino que se había bebido no era una de sus mejores ideas, pero ya... ¿Qué podía hacer, más que intentar caminar derecha?
Un brazo fuerte, la rodeó por la cintura, y ella alzó la cabeza, para ver a Justin con una media sonrisa, su cuerpo grande y cálido estaba pegado al suyo y la hacía sentirse... bien.
Soltando un suspiro, se dejó guiar hasta el coche, y luego se dejó caer sobre el asiento del copiloto sintiéndose un poco mareada, pero no mucho.

-Bonito coche-murmuró ella.

-Gracias..


El resto del trayecto a casa, fue en silencio, _____ no se atrevió a abrir la boca, y Justin no habló, cuando él ya detuvo el coche, _____ ya se sentía más despejada, y por fin, los zapatos altos dejaron de bailar bajo sus pies.

Con toda la dignidad que pudo ella caminó hasta agarrar el pomo de la puerta, maldito whisky... ¿para qué lo había pedido? Si, además, sabía que no solía sentarle muy bien.

Justin la volvió a tomar de la cintura, pero ella se soltó. Al entrar, todo estaba a oscuras...

-Caitlin... -dijo _____- ya he...hemos llegado.

Silencio.

-Caitlin no está- Justin a sus espaldas habló, y ella se sobresaltó- ha salido con unas amigas...

-Oh... pues yo me voy a la cama.

Al andar, se tropezó.

Torpe, torpe, torpe... vaya día para emborracharse. Se agarró a la mesita donde estaba la lamparita, y se incorporó, se sentía como una idiiota. Quizás no debería de haberse tomado aquella copa...

-Déjame que te ayude...

-Puedo sola.

-Sinceramente, lo dudo- la contradijo él, volviendo a abrazarla por la cintura. El estómago de ella se contrajo, y se dejó ayudar.

_____ lo guió hasta la que era su habitación, la puerta se habrió, y él la ayudo a entrar.

-¿Sabes _____? Es una lástima que estés borracha...

-No estoy borracha- hipó ella, y se quedó mirando los labios de él.

-Tienes hipo...

-Me he dado cuenta...

Justin rió, le encantaba aquella actitud de _____. Siempre a la defensiva. No sabía decir por qué, pero le gustaba.

-Una completa lástima que estés borracha...

-Te he dicho que no estoy borracha.

-¿A no? ¿Me haces el pino?

-Hombre... tanto como hacer el pino...

Él volvió a reír.

-No le veo la gracia, Justin.

-Yo si. Anda, acuéstate.

_____ se quitó un zapato, y se balancéo, él la sujetó. Sus ojos se encontraron y ella se lamió los labios.

-No está bien que hagas eso...

-¿El qué?-preguntó _____, y repitió el gesto.

-Eso...

-¿Por qué?

-Podría querer besarte...

-¿Y por qué no lo haces?- preguntó ella, y alzó la cabeza hasta rozar los labios de Justin, él le lamió los labios, y _____ gimió.

-Porque estás borracha...- susurró, y volvió a rozarle los labios.

-Justin...

-Acuéstate, _____... Mañana, me recuerdas esto- le dijo, mientras la tumbaba en la cama- duerme mulñequita- le dijo, y depositándole un casto beso en los labios, salió de la habitación.






martes, 21 de febrero de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 1



-¿Se puede saber, cómo se te ha olvidado avisarme de que tú hermano vendría a quedarse con nosotras? ¿cómo se te puede olvidar, preguntarme eso? ¿cómo, Caitlin? , porque no me lo explico


-Tranquilízate ,_____ ... tenemos sitio de sobra... no pensé que te importase...

-¡Y no es que me importe! Pero no te hace mal preguntar, ¿sabes?

-Lo sé... lo sé .. pero llegó, y me preguntó, no le iba a decir; no, vete... cuando le pregunte a _____ te aviso, ¿no?

-Vale... vale..

-Además, ni te vas a enterar de que está aquí... es un hombre ocupado...

-Ya... y como veo, tiene tus genes de colarse antes en la ducha...

-Él no sabía que te ibas a duchar tú.

-Eso espero ...

-Además, eres tú quien lo ha pillado in fraganti...

-¡No me lo tienes que recordar! Por Dios... si me hubieras avisado, no habría entrado como una energúmena a echarlo de la ducha... no sé que se habrá pensado...

-Pues no me ha importado mucho... - la voz masculina, surgió de la nada, _____ miró congelada la cara de su amiga Caitlin, que sonreía disimuladamente. Y se giró con cuidado- de echo, podrías haberte unido a mi baño...

Como un tomate, el rostro de _____ se tiñó. Y después la incredulidad se hizo dueño de ella.

-¿Perdona?

-No le hagas caso...es un poco... uhm.. ¿cómo decirlo?

-¿Cretino?- preguntó la castaña

-Iba a decir, coqueto... pero cretino también le pega.

Justin no dejó de sonreir, mientras las dos chicas, lo ''insultaban'' algo que no le importaba en absoluto, ya que seguía encontrando cómica la situación pasada, y le resultaba muy divertido, ver la cara sonrojada de _____, a quien conocía por su hermana, que la mencionaba, cuando hablaban por teléfono.

-Bueno... tengo que irme, he quedado-dijo el chico.

-¡Oh Dios, mi cita!- esclamó la castaña- ya voy tarde, y aún no me he duchado...

-Si tuviera más tiempo... te frotaba la espalda...

Ignorándolo, _____ salió de allí y se dirigió al baño con rapidez.

-Bueno... quizás para la próxima...- le gritó antes de que _____ cerrara la puerta.

La puerta se abrió.

-¡Qué más quisieras! - gritó ella, y la puerta se volvió a cerrar.

Una sonora carcajada, escapó de la garganta de Justin.

-¿Te vas a dedicar a coquetear con ella?- perguntó Caitlin, divertida.

-No... solo, esque tu amiga me hace gracia. Es divertida.

-Ya... ten cuidado Justin, que como lo has dicho es mi amiga...

-Lo sé. Bueno, hermanita, me voy, que he quedado.

-¿Alguna amiga?

-Un buen amigo.

-Oh...

-No séas mal pensada , Caitlin.

-No lo soy ,Justin- respondió la rubia- pásalo bien- añadió, desapareciendo de la salita.

-Lo haré 



Su cita, estaba siendo algo extraña, _____ lo podía reconocer. Miró a Sergio, e intentó sonreír.

-Que bien huele tu pelo...-dijo el chico.

-Gracias-contestó ella.

Le acarició la mejilla y ella nerviosa se retiró un poco.

-No sé, porqué Caitlin no me avisó que vendría, de verdad que me da mucho coraje. Lo interrumpí en la ducha...

-¿A quién?

-A Justin, te lo dije antes... el hermano de mi amiga.

-Ah...

-Si, y encima nada más que soltaba comentarios groseros. ¡Yo no sé, quién se a creído que es!

-Yo tampoco...

-Sabía que me entenderías.

-La verdad, es que... me interesan más otras cosas- susurró acercándola a él.

-Si, pero es que de verdad no comprendo, no me conoce de nada, y me dice esas cosas- contestó soltándose de él.

-¿Quién?

-¡Justin! Te lo he dicho como...

-¿Me llamabas?

Dios... la estaba persiguiendo. Con cuidado se giró, para cerciorarse que no era él.

-¿Qué haces aquí?- perguntó la castaña.

-Oí que me llamabas y vine corriendo.

-¿Me estás siguiendo?

-En realidad no, vine a tomar algo con un amigo... y oí que me llamabas- repitió.

-¿Es este el de la ducha?- preguntó Sergio.

-Oh, veo que le has hablado de mi, a tu cita...

-No sabes cuanto-murmuró el chico.

-Me sentiré alagado.

_____ furiosa, se ruborizó.

-No le he hablado de ti- dijo.

-¿No?- preguntaron los dos hombres a la vez.

-¡No!- contestó mirando a Justin- tal vez le comenté algo de lo ocurrido antes...- murmuró.

-¿El cómo te colaste en la ducha, cuando yo estaba?

-¡Justin!

-Oh... veo que te has aprendido bien mi nombre...

-Por Dios...

-Pues te doy permiso para interrumpirme cuando quieras...

-Yo... eh... mejor me voy- interrumpió Sergio.

-No- dijo _____

-Si- la contradijo Justin

-No se va...

-¿Y por qué no? Si ya estoy yo aquí.

-¿Y eso, qué?- preguntó enarcando una ceja, después, resopló- Mira que no se va y ya...

_____ se giró hacia Sergio, pero vió que no estaba.

-Bien, por tu culpa ahora se ha ido, y ¡para colmo me ha dejado la cuenta! Será...

-Poco caballero...- terminó Justin- no te preocupes pagaré por él...

-No hace falta...

-Oh, sí... porque ahora estás conmigo....






lunes, 20 de febrero de 2012

Nueva novelaaaaa ! :)

Bueno Chicas como estoy viendo que mucha gente esta entrando al blog voy a subir una nueva novela ! :) Aviso no es mia pero la vi y me gusto tanto que la subiré aqui ! :) Este es el prologo :





Novela: Una Ducha Divertida....!



_____ abrió los ojos de pronto , el sonido del agua correr la había despertado.


-No puede ser... - murmuró - no se me va a colar de nuevo ...

Se levantó dando un salto de la cama , y se colocó bien la ropa , ¿cómo había podido quedarse dormida?

- Miierda, miierda, miierda, - maldijo mientras abría la puerta y cruzaba el pasillo- Caitlin, te dije que tengo una cita, y que no te me colaras... joder, por un día, podrías dejar que me duchase antes y así por una vez podría llegar a mi hora a los sitios, ¿vale?

A paso ligero, terminó de cruzar el pasillo y alcanzó el pomo de la puerta.

-Haz el favor de salir del cuarto de baño ¡ahora mism...!

La voz de ______ se apagó, al ver que el cuerpo de su amiga, no era de su amiga... sino de un increíble hombre, demasiado sexy que se estaba colando antes que ella en la ducha.

-Perdona- dijo, ruborizándose hasta la nariz del cabello y cerrando la puerta de pronto- Dios ...- susurró.

De pronto, su maldita mejor amiga apareció ante ella.

- ¡______!

- ¿Se puede saber quién es el hombre que está en mi cuarto de baño, desnudo?

Su amiga sonrió, y la puerta se abrió.

- Justin Bieber ... encantado de conocerte - se presentó con una sonrisa muy sexy- ¿eres _____ no?- Mirándolo fijamente, ella asintió- Caitlin me ha hablando mucho de tí...

-Bueno... creo que ya no hace falta que te presente a mi hermano, ¿no?- río la rubia, fijándose en el rubor de su amiga- se quedará aquí por unos dias...