Hola ! Soy Kiersey , la escritora de esta novela , mi blog va a tratar sobre novelas pero tengo otro que es para subir fotos y noticias. Si tenéis alguna duda por favor ponédmelo por comentario y yo os responderé.

martes, 24 de abril de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 13


-Vale… -murmuró Justin mientras veía la cabellera castaña de su hermana salir de la habitación de ______ riéndose como una loca- ¿me puedes explicar que ha sido eso?

_____ se giró sobre sus pies y le dio la espalda a Justin, después, se dirigió hacía el cuarto de baño, y comenzó a cepillarse el pelo. Justin se quedó observándola, no sabía por qué le gustaba tanto aquella mujer, pero tenía algo que le llamaba la atención, de hecho toda la atención era suya cuando estaban juntos, lo hipnotizaba de alguna manera extraña. La miró cepillarse el pelo, y después coger el secador con el cual comenzó a secárselo, primero el flequillo, después el resto del cabello que fue cogiendo un color castaño intenso, que comenzaba a volverlo loco… aquel sedoso cabello lo incitaba a enterrar los dedos en él, para acabar cogiendo la cabeza de _____ y besarla de una forma intensa y profunda.

Carraspeó de pronto, al ver por donde tiraban sus pensamientos.

-Estoy esperando –dijo mirándola a través del espejo.

-¿A qué? –preguntó ella.

-A que me respondas, ¿a qué se refería Caitlin con lo que dijo? Conociéndola, me parece que me tengo que poner a temblar, ¿Le has contado lo nuestro?

-¿Qué nuestro, Justin? Creo que antes dije lo que pensaba.

-Y yo juraría que te había echo una propuesta… e iba enserio.

_____ devolvió la vista a su pelo, el cual comenzó a cepillar con brío.

-No hay ningún nosotros, Justin. Y no creo que sea lo mejor el que lo haya.

-¿Ah, no? –preguntó él oscureciendo los ojos- ¿y eso por qué? Dame una simple razón.

-No compenetramos –dijo ella encogiendo los hombros.

Él tuvo la osadía de reírse, de reírse a carcajada limpia, limpia, alta y muy sonora, y se rió en toda su cara.

-Creo, querida, que has dado la peor excusa, ¿Qué no compenetramos, _____? Creo, que es lo que mejor hacemos –dijo bajando la voz, hasta hacerla excitante.

-Vale. Pues si esa excusa no te vale, piensa en una y quédate con ella, porque de todas formas la respuesta es no.

Justin se puso serio, muy serio, y la miró a los ojos. Se acercó a ella por detrás y la hizo girarse.

-¿Qué te pasa _____? ¿Por qué eres así?

-¿Así cómo? No he dicho nada del otro mundo, si no te gustan las calabazas aguántate un poco.

Él la miró con curiosidad, aquellos ojos marrones brillaban enigmáticos. ¿Qué le pasaba, por qué era tan negativa?

-¿No te das cuenta, que podemos pasarlo muy bien?

-Ja. –dijo ella, y se alejó un poco de él- eso es lo que solo quieres, pasarlo bien, pues para eso Justin, te informo que no hace falta tener algo serio, hasta ahora nos va bien, como estamos, y ya te lo dije, búscate una excusa y quédate con ella, porque la respuesta a tu proposición sigue y seguirá siendo la misma.

-¿Y si no encuentro ninguna excusa?

-Te la proporcionaré yo.

-Está bien… -murmuró él pensativo- a ver, déjame pensar… Nos lo pasamos bien en la cama.

-Ahá…

-Y también nos lo pasamos bien fuera de ella. –_____ guardó silencio, y lo dejó hablar- Nos reímos juntos y nos hacemos bromas, es decir; nos llevamos bien. Sabemos encontrar un tema de que hablar. Coincidimos en muchos gustos, y aunque en otras cosas no estoy de acuerdo contigo, no me disgustan. Te gusto, creo… Me encantas. Ahí no hay problema.

-Bien –susurró ella.

-No te aburro, ni me aburres, sabemos divertirnos en la calle.

-Creo que te repites.

-Shhh… no te maltrato, y dejé de decirte cosas que no querías oír. Sé cosas de ti, cómo que tienes un hermano, y qué tu mejor amiga es mi hermana, punto a mi favor, por cierto.

-Eso no es nada malo, Justin, ve al grano.

-Ok… A veces eres orgullosa, cabezota, y no razonas. Te enfadas, pero después recapacitas…

-Bien, esas son cosas malas.

-No, no… a pesar de todo eso, me sigues encantando. Adoro cuando alzas el mentón, mostrando tu orgullo, la forma en la que niegas y niegas diciendo que llevas razón, como ahora. Cuando no razonas, me encanta acariciarte, hasta que dejas en enfado a un lado. Adoro cuando sonríes, la carita de ángel que tienes, que contrasta con tu cabello claro, el cual me encanta acariciar… ¿me dejas acariciártelo?

-No… -dijo ella, y dio un paso atrás- Justin esto es inútil, será mejor que me vaya.

-¿Inútil por qué? –preguntó él, ignorando la segunda parte- ha sido idea tuya.

-Si, pero no buscas nada malo, todo te parece bien, y así no acabaremos nunca –dijo la castaña.

Y para colmo la estaba haciendo sentirse como en las nubes, él era demasiado con todo aquello que decía, y a pesar de ser así de tierno, con aquella descripción que la estaba haciendo estremecerse, también sabía que no debía de tener nada con él.

-¿Y que pasa si me gusta todo de ti?

-¡Eso es imposible! –exclamó ella y se fue a su habitación.

-No lo es, increíblemente, me gusta todo de ti. ¿Puedes tú decir algo que no te guste de mi?

-Eres arrogante.

-Lo sé.

-Un arrogante engreído.

-También soy tierno, ¿no?

-Un poco –contestó ella casi instintivamente, se rendía a él…

-¿Sólo poco? –preguntó como un niño chiquito.

-¡Ya Justin, por favor!

-¿Se puede saber, que te pasa, _____? Cualquiera diría que tienes miedo, que no quieres comprometerte.

-Tengo veintiséis años Justin –dijo ella- me he pasado la vida sin creer en las relaciones, y no voy a comenzar ahora, ¿vale?

-¿Me puedes dar un motivo para eso?

-El único amor en el que creo, es en el de las novelas.

-Eso no es respuesta.

-Si lo es, si para mi –contestó orgullosa. Si lo era, se había pasado toda su vida sin creer en el amor, el único amor en el que creía como había dicho era en el de las novelas.

En las cuales los hombres son atentos y se enamoran de verdad, hombres que harían cualquier cosa por aquellas mujeres que adoran. Hombres que no existían en la vida.

Había crecido en una familia rota. Donde habían predominado las peleas, los gritos, y el desamor. No había amor. Ni entre sus padres, ni entre sus hijos, los únicos unidos eran su hermano y ella. Su hermano, el cual se había casado cinco veces, y en esos cinco matrimonios no había sido felices, era obvio, que su familia no estaba destinada a un amor eterno, o duradero.

Y ella no iba a ser la excepción. Además, lo tenia comprobado…

-_____… ¿por qué te empeñas?

-¿En qué? –preguntó ella, mirándolo.

-En rechazarme.

-Justin, ¿por qué no dejas el tema? Mira, si te vas a poner pesado lo dejamos aquí y ahora, ni relación seria, ni sexo, ¿ok? Tú decides.

-No me puedo creer que me estés diciendo esto –se rió él, acercándose a ella.

¿Aquello era real? Era la primera vez que oía eso de la boca de una mujer, y era la primera vez que deseaba decir, Se acabó. Pero no lo iba a hacer, porque no pensaba dejarla. Si ella se había dedicado a construir un muro a lo largo de su vida, él se iba a encargar de derribarlo, y entonces ella sería suya.

Como había deseado, enterró los dedos en el cabello de _____, y acercó sus rostros, su boca, demasiado cerca de la de ella. Sus alientos acariciándose, ella entreabrió los labios. Para él.

-Estoy esperando tu respuesta –susurró ella.

-¿Y cual crees que es? –preguntó él, y cubrió la boca de _____ con un beso profundo e intenso, como había deseado hacer minutos atrás



Una Ducha Divertida: Capitulo 12

-Y pues eso es todo lo que pasó –finalizó ______, después de relatarle toda la “historia”.
La que por cierto no había sido toda. _______ se había ahorrado todos los detalles morbosos, no pensaba contarle a su amiga lo que era “todo” Ni cuantas veces había pasado ese “todo” Ni lo magnifico que había sido… al fin y al cabo, había contado lo importante.
-¿Y eso es todo? ¿No me vas a decir nada más? A ver… enumero; Primero: Se presentó en el lugar en el que habías quedado con Sergio… y acabó trayéndote a casa.
-No se presentó –la corrigió _______- Estaba allí de casualidad…
-Bueno…
-Y fue muy arrogante, ¿a tú hermano no le han enseñado que no siempre lleva la razón? Casi me obligó a ir con él, y espantó a Sergio –obviamente, evitó contarle a su amiga, que ella se había llevado casi toda la cita hablando de Justin, y que cuando éste se presentó, Sergio casi había huido de allí.
Una sonrisa picaresca se asomó a la boca de su amiga.
-¿Fue muy arrogante, eh? –preguntó con intriga.
-Mucho –determinó ______
-Le debes de gustar mucho, ______… sobre todo si se molestó tanto en hacer que fueses con él… mi hermano no es de los que se hacen de rogar.
-No se hizo de rogar.
-Casi qué si… -la interrumpió su amiga- pero bueno, eso lo discutimos después. Uno, te rescató de las garras del maleducado Sergio que te dejó la cuenta –______ asintió- Después, se quedó cuidando de ti al día siguiente… ese sería el punto número dos.
-¡No te confundas! No se quedó cuidando de mí. Se tiró encima mía en el sofá.
-Pero estaba en casa, ¿no? –preguntó Caitlin.
-Claro, no era su espíritu el que se lanzó sobre mí…
-Pues eso es que se quedó cuidando de ti.
-¿Tú de que partes estás? –preguntó su amiga sombría.
-De ninguna. Simplemente evalúo la situación desde un punto externo. Verás… si te digo que se quedó a cuidarte; es que se quedó. Mi hermano jamás se queda en casa una mañana.
-No sé si había salido, a lo mejor acababa de regresar… -la interrumpió su amiga.
-Lo dudo. Sigo: Tercero… te llevo a comer y a la playa…
-Después de romper la puerta del baño y entrar como un energúmeno… -se mofó ______.
-E hicisteis una tregua –continuó Caitlin como si no la hubiese oído- Y después te besó… -añadió con ensoñación romántica- Le debes de gustar muchísimo –dijo emocionada- mucho, mucho.
______ salió del cuarto de baño con la toalla reliada en su cuerpo, se había pasado un rato con la toalla puesta, sobre todo, mientras discutía con Caitlin. No se había acordado de vestirse, ni de nada. Simplemente de discutir con su amiga, la que se empeñaba en poner a su maldito hermano como un romántico empedernido, cuando lo único que había habido entre los dos había sido un glorioso sexo. Magnífico.
-¿Dónde vas? –preguntó Caitlin siguiéndola.
-¡A un lugar donde tú no estés! ¡Vaya ayuda eres Caitlin, si te lo conté es porque no me dejas! No para que digas una sarta de estúpideeces.
-¿Perdona? –preguntó su amiga divertida- ¿una sarta de estúpideecs? _______… ¿no te estarás…?
-¿Qué? –preguntó mientras se ponía las braguitas con la toalla puesta.
-Enamo…
-¿Qué? –volvió a preguntar- ¡No! ¿Qué dices?
-Ya… -su amiga se miró las uñas, y ______ quedó en silencio mientras se terminaba de vestir.
Enamo…rada. ¿Su amiga estaba loca o qué? ¡Enamorada! ¡Ja! ¿Ella, de él? ¿De Justin? ¿Pero por qué iba a estar enamorada? Definitivamente su amiga estaba loca. Se giró y miró a Caitlin que tenía una mueca en la boca, por intentar ocultar una sonrisa.
-¿Quieres dejar de mirarme así? –pidió casi en un grito.
-¿De que forma?
-Como si yo estuviese loca… -refunfuñó- y no supiera lo que digo.
-¿Y lo sabes? Y otra pregunta, ¿no estás loca? Yo creía que si…
-¡Muy graciosita, Caitlin. Y sí, si sé lo que digo. No estoy enamorada de Justin. No, no, y no.
-¿Te estás oyendo, _______?
-¿Qué pasa ahora? –preguntó enfadándose. Y realmente, no sabía por qué.
-¿A quien intentas convencer? –preguntó Caitlin, ______ resopló.
-A ti, ¿a quien más?
-¿A ti misma? –preguntó mientras enarcaba una ceja.
-Si claro…
-¿Se puede saber a donde vas? –gritó su amiga, siguiéndola cuando ______- salió de su dormitorio, y volvió al baño.
-¿Para que preguntas si me vas a seguir?
______ volvió a su cuarto, después de colocar su toalla, en su sitio, su amiga la siguió y se tiró en su cama, donde soltó un suspiro de cansancio.
-¿Y bueno, como te ha ido a ti en el viaje?
-Como siempre; bien.
-Desde luego, tú no necesitas que te halaguen.
-¿Para qué, si lo puedo hacer yo?
Caitlin giró sobre el colchón e introdujo las manos debajo de la almohada para apoyar bien la cabeza.
-Vaya, vaya, vaya… -susurró, mientras alzaba en su mano un trozo de tela que no era de ________ exactamente.
El rostro de la pelirroja se tiñó de escarlata, cuando vió lo que su amiga sostenía en sus manos, eso era… los calzoncillos de Justin.
-Creo que no me has dado todos los detalles… -murmuró Caitlin- Aunque no sé si quiero saberlos, al final es mi hermano… ¡ugh!
-Dámelos –pidió _____.
-¿Para qué? –preguntó Caitlin- ¿se los vas a llevar esta noche, para que te de una recompensa a cambio?
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! –se mofó su amiga- ¿Te dijeron alguna vez que eres una maldita payasa?
-Seh… tú alguna vez que otra me lo has dicho.
______ comenzó a reírse sin poder evitarlo, y después intentó quitarle los calzoncillos a Caitlin de la mano, quien los movió antes de que se los arrebatara.
-Dámelos, Caitlin. Esto es muy embarazoso…
-¿Embarazoso? ¿por qué? Las dos sabemos que no eres virgen…
-Ja, ja, ja –volvió a emitir _______ lentamente- ¿me los vas a dar?
-No.
-Pues para ti.
______ se giró. Y Caitlin se rindió, siempre pasaba lo mismo.
-Vaaale… está bien. Para ti… de todas formas, ¿para qué quiero yo unos calzoncillos de mi hermano? ¡ugh!
______ se los arrebató.
-Gracias –dijo sarcástica.
-Mi pregunta de ahora, es… ¿para qué los quieres tú?
-Déjalo, Caitlin.
-Vale, vale, otro día continuo. Pero aún tengo una duda. ¿Estás con mi hermano, o no lo estás?
-¿Qué?
-¿Somos cuñis? –preguntó con ilusión la rubia.
-No lo sé… -murmuró dubitativa.
______ se quedó en silencio, y de pronto la puerta se abrió. Justin entró como un terremoto, y se plantó al lado de _____.
-Vale, Caitlin, déjalo ya. La protegeré de tu interrogatorio.
-Huhuhuhu… -se rió Caitlin- no te preocupes, ya he terminado.
-Miierda –masculló su hermano.
Caitlin se giró y se dispuso a marcharse pero en el último momento, al lado de la puerta, giró la cabeza y miró a _______.
-Mucho, mucho… amiga. Pero que mucho. Por cierto Justin –dijo Caitlin- _______ tiene algo que te habías olvidado debajo de sus sábanas.


 

lunes, 23 de abril de 2012

Una Ducha DIvertida: Capitulo 11

-Dios mío… dios mío… dios mío. ¡Oooh, Dios mío!
Su boca no era capaz de decir otras palabras, su mente no era capaz de razonar, ella solo veía a su amiga Caitlin irse de allí entre risitas, mientras ella estaba medio desnuda, excitada, y había sido pillada… comiéndosela a su… ¿su qué? ¿Qué era él? ¿Qué eran ellos?
Miierda. Para colmo no sabía ni que eran, ¿un rollo? ¿unos amigos con muchísimos derechos?. Miró a Justin que se acercaba a ella, pero se alejó un tanto.
-Tranquilízate, _____… -dijo Justin, mientras la veía como una loca colocándose mal la parte de arriba del bikini, que para colmo se había puesto medio al revés, sus manos temblorosas luchaban por hacer el nudo.
-¿Qué me tranquilice? –preguntó con la voz rota, mientras seguía luchando por abrocharse aquel pequeño trozo de tela y cubrirse- ¿Cómo ******* quieres que me tranquilice? ¡Mi amiga me acaba de pillar comiéndote…! ¡Tu hermana me acaba de pillar! ¡Oh dios mío! –dijo soltando un gemido- ¿Qué voy a decirle ahora? –preguntó saliendo del agua.
-A ver… -susurró él tranquilamente, y se acercó a ella, la hizo girarse y ponerse de espaldas a él, la ayudó a abrocharse la parte de atrás del bikini, en condiciones- para empezar… -siguió acariciándole los hombros muy suavemente, antes de coger los otros cordones para atarle el nudo detrás del cuello- ambos somos personas adultas. Tú eres responsable de tus actos, y no tienes por qué darle explicaciones a nadie… -continuó diciendo, mientras terminaba de abrocharle el nudo, después la giró para que lo mirase a la cara- Segundo, lo que estábamos haciendo no está nada mal… de hecho estaba muy bien. Caitlin… Caitlin solo llegó en un mal momento.
-¡Y que mal momento! –exclamó ella, y recordó el episodio- ¡Oh Justin, me ha pillado...! ¡Joder! –gimió.
-¡Cálmate, por favor! –pidió él.
-No puedo, ¿qué voy a decirle?
-¿Por qué narices tienes que decirle nada?
-¡Porque es mi amiga! ¡Porque es tu hermana! ¡Porque me ha pillado… digamos, en una situación comprometida!
-Pues dile que… no sé, que no es de su incumbencia, que no hay nada que contar.
-¡Jaaa! ¡Justin, es Caitlin! ¡CAITLIN! ¡No, es tu hermana, sabes perfectamente como es! Además, sigo sin saber que decirle. ¿Qué le digo, Justin?
Él se pasó las manos por el cabello húmedo, _____ lo estaba poniendo nervioso. ¿Por qué tenía que complicarlo tanto todo? Ellos no estaban haciendo nada malo, solo que su hermana había decidido aparecer en un momento muy inesperado, quizás demasiado. Podría haberse esperado a que terminara… pensó haciendo una mueca.
Miró a _____, mientras salía de la piscina, el cabello castaño, ahora más oscuro por el agua, se le pegaba a la espalda, y él pensó en lo guapa que era, su rostro húmedo dejaba mostrar su nerviosismo.
Y para ser sincero, aunque fuera consigo mismo, la comprendía. Su hermana era una bomba de cotilleos, y además era curiosa. Y cuando afilaba la lengua… ¡Dios mío!, gimió interiormente.
Salió del agua y se acercó a _____.
-Tranquilízate, ¿Si? –Acarició sus hombros y e hizo amago de abrazarla, pero ella se puso tensa. Soltó un suspiro y la miró a los ojos- Si quieres hablamos los dos con Caitlin.
-¡No! –exclamó ella.
Él hizo una mueca.
-¿Y por qué no?
-¿Y que le vamos a decir, Justin? No somos nada, solo dos personas que han decidido pasarlo bien, y como comprenderás, para decirle eso, prefiero hacerlo yo sola.
-_____… me insultas.
-¿Por qué? ¿Por decirte la verdad? Tú sabes que eso es lo que somos, nosotros no hemos dicho nada más. No somos nada, Justin… Admítelo.
_____ se giró para irse, y Justin la miró, era verdad, pero…
La sujetó por un brazo y la hizo girarse, mirándola a los ojos, tomó su mano.
-¿Y si yo quisiera ser algo más que una persona que se lo pasa bien? –preguntó imitando sus palabras.
Algo extraño, algún tipo de sentimiento se apoderó de _____. Algo que la hizo estremecerse y temblar, algo que hizo que su corazón galopase con fuerza, y su sangre ardiese, algo que la hizo querer sonreír, pero a su vez, el miedo la poseyó.
-Yo… -se había quedado muda, aquello era… ¿una sorpresa? ¿algo que esperaba oír?
No, desde luego no se lo esperaba. Lo que no sabía era si lo quería escuchar. Quizás lo estuviese deseando de escuchar. Pero de todas formas le había pillado desprevenida.
Tanto, que no sabía que decir.
-¿Tú…? –la pregunta de Justin fue lenta, muy lenta, una palabra eterna.
-Yo…
-¡_____ el teléfono!



sábado, 21 de abril de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 10


-¡No, no, no! ¡Suéltame! –gritó mientras intentaba salir nadando. La risa y el agua no eran compatibles, debería de recordarlo siempre. El agua le entro por la boca, y mientras intentaba toser Justin la alcanzó- Por favor, por favor –rogó entre risas.
-¿Por favor qué? –preguntó él, sosteniéndola en el agua. Si ya de por si no le costaba ningún trabajo levantarla, en al agua mucho menos.
-No me ahogues.
-Dame una buena razón, porque si no recuerdo mal, me has intentado hacer, no una si no ¡tres! Ahogadillas.
-Pero no lo he conseguido –se defendió ella.
Era cierto, y eso a Justin lo hizo sonreír, él era más fuerte, más grande y pesaba más que ella, y por mucho que consiguiera moverlo en el agua, no conseguía hundirlo.
-¡Hey! –se quejó mientras ella echaba a nadar. Se le había escapado por pensar en tonterías- ¿Dónde vaaas? –gritó echando él también a nadar, y alcanzándola en tres brazadas, la sujetó por el brazo, y la pegó a su cuerpo.
-No me puedes culpar por querer huir –dijo _____ con una mueca en los labios.
-No, no puedo culparte. Pero si puedo castigarte.
-¡Atrévete! –gritó ella empujándose de él para escapar.
-¿Aún no has aprendido la lección? –preguntó él, y de pronto _____ se hundió, al salir a la superficie estaba jadeante.
-Que capullo –gritó- eso no vale –la risa le entró demasiado pronto, y no conseguía controlarla.
-¿Qué me has llamado? –preguntó él.
-¿Yo? ¡Nada!
-¿Nada? –de pronto _____ se volvió a hundir.
-¡Capullo! –le dijo entre risas al salir a flote de nuevo.
-_____… ¡ahogadilla! –exclamó y la volvió a hundir.
Al estar bajo el agua, _____ aprovechó y le dio un pellizco a Justin en la pierna, después de aquel gesto, echó a nadar liberándose de él.

Cuando salió a la superficie, estaba cansada, jadeante, le faltaba el aire, y se reía de todo y de nada.
-Lo siento querido, pero tenía que liberarme de alguna manera.
Justin que aún se quejaba del pellizco que le había soltado, se recompuso con rapidez, y salió disparado para cogerla.
Un gritito escapó de la garganta de _____ y echó a nada hacía el primer lugar que pudo, encerrándose contra Justin y la pared de la piscina, se aferró al borde e intentó salir por impulso. Pero él la cogió antes de que pudiera escapar.
-¡No te escaparás tan fácilmente! –dijo él, metiéndola de nuevo en el agua.
-¡Me rindo, me rindo! –gritó ella, demasiado cansada ya- ¡Se acabó, por favor!
-¡Débil! –se burló él- que fácil ha sido…
-¡Ja, ja, ja! –_____ le soltó una patada, y se giró para poder salir de la piscina. Justin la aferró de las caderas y la volvió a hundir en el agua.
Cuando salió tosió por culpa de la ahogadilla, que la había echo tragar agua.
-¿Estás bien? –preguntó él entonces. _____ tosió de nuevo, y él enarcó una ceja, ya dudada de si tosía de verdad.
-Eres un cretino –se quejó ella, me podías haber ahogado.
-No lo creo –se defendió, pegándose un poco más a _____.
-Yo si lo creo –dijo ella- Uhm… ¿Justin?
_____ alzó la vista, y miró los ojos de Justin, que la miraban demasiado ardientes, tragó saliva.
-Nunca hubiera dejado que te ahogaras –murmuró él, y se fijó en los pechos de _____ que aún subían y bajaban deprisa por el ejercicio de antes, ¿o no era por el juego?
Miró sus labios entreabiertos, y la vio pasarse la lengua por los labios.
-Estamos en la piscina –dijo.
-De nuestra casa –susurró él.
-Es mi casa –no debería de olvidarse de ello, él sólo era un invitado, aunque ya llevase una semana allí viviendo con ella, durmiendo con ella, era un simple invitado, el hermano de su amiga. Y se acabaría yendo.
-Por ahora vivo aquí…
-Te irás –determinó ella.
-¿Eso quieres? –preguntó Justin, acercando sus labios a los de _____- ¿quieres que me vaya?
Ella negó con la cabeza, y él no tardó en capturar sus labios, un beso dulce, y suave, sus lenguas se entrelazaron acariciándose. _____ gimió y se aferró a él, mientras le rodeaba la cintura con las piernas, Justin la pegó contra la pared de la piscina.
No quería que se fuera, no quería, pero se acabaría yendo. Los dos lo sabían.
Gimió cuando él le soltó la parte de arriba del bikini, dejando sus pechos libres de tela, y jadeó cuando él le acarició los pezones.
-Estamos en la piscina –repitió ella roncamente.
-Pero yo quiero hacerte el amor –susurró él, contra su oído.
-Justin…
-¿Alguna vez te han hecho el amor en la piscina, _____? ¿Alguna vez te han amado en el agua?
-Justin… -susurró ella, negando con la cabeza.
-Seré el primero –dijo- el primero… me hubiera gustado más hacerlo en la ducha, pero no me dejaste…
-Ja, ja –se quejó ella- muy gracioso.
-No es gracioso, solo son deseos… y los cumpliré. Te enjabonaré la espalda, y todo el cuerpo con mis manos… te tocaré donde te gusta, y escucharé mi nombre entre tus labios.
La respiración de _____ se incrementó, un calor intenso se apodero de ella, un calor líquido se alojó entre sus piernas, y sin ser consciente, se frotó contra Justin, moviendo las caderas contra él, excitándolo.
Él soltó un gemido con los labios aún sellados, se inclinó un poco y tomó los dulces labios de la castaña. Sus bocas se acariciaron, sus lenguas jugaron. Sus manos ansiosas comenzaron a acariciarse el uno al otro. _____ se sentía como una cría, aquella adolescente, que se iba a la piscina con su novio, con el cual se enrollaba en una esquinita a escondidas, temerosa de que alguien los pillara o les dijera algo, y excitada por el mismo motivo.
Pero ella ya no era una adolescente, y aquella no era una piscina en la que hubiera más gente, no había que hundirse en el agua para jugar si no querían, y nadie los iba a pillar.
Un calor intenso inundaba su cuerpo, su mano bajó por la espalda de Justin hasta llegar a alcanzar el bañador.
-¿Nos bañamos desnudos? –había preguntado él en plan de broma antes de meterse en la piscina.
-Mejor que no –había contestado ella picaresca.
Si se hubiesen bañado desnudos… lo que estaban haciendo en ese momento, lo habrían empezado un rato atrás, pero en ese momento, se arrepentía de no tenerlo totalmente desnudo a su merced.
Introdujo sus pequeñas manos bajo la tela del elástico, y llegó a sus nalgas. Le encantaba aferrarse a ella, las podría estar manoseando el día completo. Rodeando su cintura, dejó que sus manos llegaran hasta delante, alcanzando así el miembro excitado de Justin.
Le mordió el labio cuando ella cerró una de sus manos a su alrededor, mientras con la otra tocaba sus testículos.
_____ rompió el beso, y comenzó a besarle el cuello, el pecho, y aunque hundía la nariz en el agua, no me importaba.
-¿Sabes Justin? –preguntó ella con un brillo especial en la mirada.
-Me das miedo con ese tono, cariño…
-Me pregunto… como sabrás dentro del agua…
Y antes de que él pudiera darse cuenta de sus intenciones,_____ se había sumergido delante de él, su bañador se había bajado lo suficiente como para que su miembro estuviera libre de tela, y su boca caliente y estrecha lo había comenzado a tomar.
¡Dios santo, que calor hacía! Justin echó la cabeza hacía atrás, intentando contener un gemido y se mordió el labio, buscó la cabeza de _____ para hacerla salir, no quería que se ahogara.
Ella salió, pero volvió a hundirse en el agua. Ante de que él pudiera proponerle salir de la piscina.
-Oh… -gimió cuando sus labios lo acariciaron de arriba abajo- _____, _____, _____… -jadeó.
-¿Quién? –Los ojos se le abrieron como platos, el cuerpo se le congeló, miró a su hermana en la puerta que daba al jardín mirándolo con curiosidad- ¿_____ has dicho? –de pronto la susodicha salió del agua, con la cara roja, y jadeante- ¡oh! –fue lo único que escapó de la boca de Caitlin, que se puso colorada, y se giró antes de comenzar a reírse.



Una Ducha Divertida: Capitulo 9

El molesto sonido del teléfono perforó en su cerebro, y dando un salto se incorporó en la cama.
-¿Dígame? –su voz ronca por el sueño le resulto extraña.
-_____, soy Caitlin.
Rápidamente, sintió el sueño y la pesadez apoderarse de su cuerpo, soltando un suspiro se dejó caer un poco hacía atrás, y se apoyó en las almohadas de la cama.
-Hola Caitlin… -dijo muy débilmente.
-¿Te he despertado? ¡Oh, lo siento, cariño, no sabía que dormías! –exclamó la rubia a través del a línea.
-No grites –pidió _____.
-Bueno, perdón, ¿tienes resaca? ¿saliste de fiesta ayer? Es la una y media, no pensaba que estuvieses durmiendo a esta hora.
-¿La una y media? –preguntó asombrada, y abrió los ojos rápidamente.
-Si, pero bueno, da igual, sigue durmiendo tú que puedes, sólo te llamaba para saber como iba todo.
-Mmm… como siempre.
-¿Y mi hermano?
_____ reaccionó. Y buscó a su alrededor a Justin, se descubrió sola en la cama, y una especie de decepción de apoderó de su cuerpo. Pero no debía de sentir nada por el estilo.
-No sé.
-¿Qué? ¡Ya voy! –gritó la rubia, hablando con otra persona- Tengo que colgar, _____, después llamo.
-No hace falta, no soy una cría.
-Lo sé, pero bueno. ¡Voy, voy! Me tengo que ir. Hasta luego.
-Caitlin…
-¡Ah, una cosa! Te llamaba para decirte que me voy a retrasar una semana más.
-¿Qué? –pi, pi, pi… El sonido de la línea cortada sonaba en su oído. _____ se quitó el auricular de la oreja y miró el teléfono como si fuera algo extraño. Después colgó.
¡Maldita seas!, pensó. ¿Cómo que se iba a retrasar una semana más? ¿Cómo se atrevía a dejarla una semana sola con aquel hombre que le había echo el amor toda la noche?
Ese hombre que la había dejado tan cansada que le había dado la una y media de la tarde durmiendo.
Dios santo. ¿Y donde estaba ese hombre?
-Al fin se levantó la dormilona –la voz risueña y sensual de Justin la hizo incorporarse en la cama. La sabana cayó destapándola- Bueno… si me recibes así, me olvido del almuerzo, y vuelvo a la cama contigo.
_____ miró hacía abajo, y vio sus pechos con sus pezones erguidos para él desnudos. Enseguida se tapó.
-Mmm…
-¿No vas a decir nada más… uhm… con más sentido?
-Buenas tardes…
-¡Y tan buenas! –dijo acerándose a ella con una sonrisa picarona en la boca- ¿Qué tal has dormido, castaña?
Sin poderlo evitar una tonta sonrisa apareció en su rostro, mientras él lo acariciaba.
-Bien… -contestó con la sonrisa, aún dibujada.
-Así me gusta, que sonrías…
Él se inclinó sobre ella, y acarició los labios de _____ con los suyos. Ella suspiró.
-Justin…
-¿Mmm…? –un murmullo bajo, sensual, que la hizo estremecerse.
-Ha llamado Caitlin.
-Mmm… lo sé.
-¿Lo sabes? –preguntó sorprendida.
-Ahá… fui a coger el teléfono antes que tú para que no te despertases, pero cuando descolgué estaba mi hermana diciendo que era ella.
-¡¿Me has espiado?!
-¡No! –contestó él, riendo por la voz con sorpresa de ella- ¿habéis hablado de mi? –preguntó con curiosidad y divertido.
-Pues no…
-¿Seguro?
-Me preguntó por ti… -dijo ella.
-¿Y?
-Se tuvo que ir.
-Uhm…
-Es la verdad.
-Claro…
-¡Oye que es cierto! –se defendió ella.
-¿Y quien ha dicho lo contrario? –preguntó él enarcando una ceja.
-Tú…
-Yo no he dicho nada, pequeña, así que no digas cosas que no he dicho.
_____ se dio la vuelta en el colchón y se puso de lado.
-No tengo ganas de discutir –dijo- voy a seguir durmiendo.
Justin tuvo que morderse el labio para no reírse a carcajada limpia, ella no estaba enfadada, ¿no se daba cuenta de que mentía fatal? Su expresión corporal lo decía todo. Estaba indignada, incómoda. En parte se sentía bien, pero se sentía extraña. Y no sabía como afrontar todo aquello.
Cosa que Justin no entendía en absoluto. Habían pasado una noche… muy placentera, el muy debería de ponerse con mayúsculas. Aquella mujer era increíble, y él había disfrutado como un crío. Mentira… como un crío no, como un buen adulto. El sexo había sido increíble. Más que eso.
Pasó el dedo por la espalda de _____ siguiendo la señal de la columna vertebral.
-Bueno –murmuró mientras su dedo descendía- Si quieres dormir, me iré yo solo a comerme el almuerzo que estoy preparando.
Las tripas de _____ crujieron, y ella se sonrojó. Justin volvió a morderse el labio e ignoró el ruido.
Su dedo continuo descendiendo hasta llegar a la parte más baja de su espalda, y después de detenerse unos segundos, volvió a comenzar el camino, esa vez hacía arriba.
Una vez llegó al cuello, se inclinó sobre ella y le besó el hombro, acercó su boca al cuello de ella, y subió hasta alcanzar su oreja.
-Duerme bien, muñequita –susurró. Y levantándose, la dejó sola desapareciendo por la puerta.

_____ oyó la puerta cerrarse y se giró hacía ella; estaba sola en la habitación. ¡La había dejado sola!
Bueno, ¿y ella que le había dicho? Que quería seguir durmiendo ¿no? Entonces, ¿De qué se quejaba?
Aún podía sentir la caricia de su dedo recorriéndole la columna vertebral. Su cuerpo se estremecía ante el solo pensamiento de Justin tocándola, por muy breve que fuera ese contacto. Aquel hombre la hacía temblar.
Cerró los ojos e intentó dormir, de pronto, tenía calor. Buscó los bordes de las sábanas y sacó los pies por los extremos. Ya no tenía calor. Pero se sentía incómoda, y comenzó a girar sobre su enorme cama. Tan grande que se sentía sola.
Cerró los ojos de nuevo, y apretó los puños aferrándose a la almohada cuando la imagen sonriente de Justin apareció ante ella.
-Te odio –refunfuñó.
Mentira…
-¡Cállate! –gritó para si misma. Volvió a rodar sobre el colchón intentando conciliar el sueño. Algo que parecía imposible en ese momento.
Harta de todo; harta de Justin, harta de si misma, retiro las mantas y se incorporó en la cama. El estómago le crujió de nuevo y tuvo que reconocer que tenía demasiada hambre como para dormirse sin más.
Y es que era normal, después de todo el ejercicio practicado que estuviera tan hambrienta.
Al levantarse, algunos músculos internos se quejaron, y ella sonrió ante el recuerdo de la noche pasada. Se metió en la ducha, y al salir se vistió con unos simples pantalones cortos y una camiseta.
Aún descalza, y con el pelo húmedo cepillado, salió a la cocina para picar algo.
Se detuvo de pronto al ver a Justin en la mesa, puesta para dos. El estómago le volvió a gruñir ante el olor de la lasaña que le golpeó la nariz.
-Siéntat
e –le dijo él con una enorme sonrisa en los labios- te estaba esperando




Una Ducha Divertida: Capitulo 8

A _____ no le dio tiempo a reaccionar ante aquellas palabras que acababa de decir Justin, lo único que supo, era que Justin había ceñido sus manos con fuerza en sus caderas, la había puesto contra el respaldo del sofá, le había abierto las piernas y se había colocado contra ella de rodillas.
Su respiración pesada por culpa de la excitación hacía que su pecho subiera y bajara de una forma rápida, agitada. Notaba su cuerpo arder, y sentía el miembro de Justin, grueso, caliente y duro contra la entrada de su vagina, haciendo presión.
Ella goteaba por él… pero él tan solo la miraba a los ojos, alargando el momento de tomarla, aunque lo que más deseaba en ese instante, era tomarla, hundirse profundamente en su interior cremoso y húmedo.
_____ gimió, cuando él la empujó e hizo su cuerpo chocar más contra el respaldo caliente del sofá, que estaba pegado a su piel sudorosa.
-Justin… -jadeó ella. Y él se inclinó para besarla profundamente.
Su lengua juguetona, le acarició los labios con fuerza controlada. Sus uñas arañaron su espalda, el ansia la ganaba, necesitaba sentirlo, y por ello mismo movió sus caderas contra él.
Pobre sofá… probablemente tendrían que comprar otro después de aquella hazaña. Las rodillas de Justin estaban hincadas en el centro del mueble, las de _____ un poco más separadas dejándole espacio suficiente para que él cupiese entre ellas, el respaldo tenía todo el peso de ella, junto un poco del de él. Ya que una de sus manos se aferraba al respaldo para no caer sobre _____, mientras que la otra acariciaba el cuerpo femenino.
-Uuuuhhhm… -_____ intentó gritar ante la invasión de aquel miembro que la penetró profundamente, pero la lengua de Justin se lo impidió ahogando su grito y convirtiéndolo en un simple sonido.
Justin se detuvo, enterrado en ella, permitiéndose sentirla palpitar y esperando que se calmase un poco, había entrado en ella de una sola embestida, y el cuerpo de _____ se había arqueado contra el suyo.
Sus paredes vaginales se contraían y él palpitaba a punto de explotar. Respiró hondo contra la boca de ella, y suavizó el beso, el cual continuó mientras salía de ella, para volver a hacerse paso entre sus paredes húmedas.
_____ gimió mientras recorría la espalda de Justin con las manos, acariciándolo repetidamente de arriba abajo y de abajo arriba comenzando en sus hombros y acabando en sus nalgas, en las que se detenía para acariciar, en las cuales dejaba sus manos para sentir como él movía sus caderas arremetiendo contra ella.
Él intentó controlarse, intentó ir despacio, intentó prolongar el momento. Pero ella era demasiado, y él estaba demasiado excitado.
Las arremetidas eran fuertes y profundas, y cada vez eran más y más rápidas. Sus alientos se mezclaban, sus bocas se besaban, sus manos se acariciaban incansablemente.
_____ notaba las manos de Justin ceñirse a su cintura de vez en cuando, al entrar en ella profundamente, hasta el fondo. Sentía que se podía romper en cualquier momento, pero nada de aquello importaba, sólo le importaba sentirlo deslizándose, entrando y saliendo.
Solo le importaba sentir como su cuerpo se tensaba junto al de él, preparándose para alcanzar un nuevo orgasmo.
El sonido de sus cuerpos al chocar era excitante. Justin se aferró a las caderas de _____ para poder hundirse en ella sin que se le escapara. Con fuerza arremetió contra ella. Quería liberarse, quería alcanzar el orgasmo dentro de ella.
Apretó los dientes, y hundió la cara contra la curva de su cuello, sintió los dientes de _____ clavarse en su hombro, y oyó su grito apagado contra su piel, la sintió temblar mientras el orgasmo arrasaba su bonito cuerpo. Se sacudió contra él, mientras se movía con impaciencia. Una, dos… su cuerpo se tensó y hundiéndose por última vez en su interior soltó un gruñido brutal al alcanzar el clímax.
_____ continuaba aferrada a sus hombros, con la cabeza apoyada contra su pecho. El calor iba desapareciendo poco a poco, pero la respiración aún era rápida.
Se negaba a separarse de él, sentía una vergüenza enorme por lo fácilmente que había sido, con lo fácilmente que se había acostado con él. Tan rápido… no le había dado tiempo a pensar en nada.
Bueno, era una persona adulta, ¿no? Tenía derecho a un poco de diversión.
Por más que quisiese convencerse, en parte no lo conseguía. Nunca, jamás debería de haberse acostado con él. Justin no era como todos los hombres, él era… una especie de droga e imán. La atraía… y ahora que lo había probado, tendría grabes problema para no ir corriendo hacía él.
Si al menos no supiese lo que se perdía… Si al menos no supiese lo bueno que era en la cama. ¡Por dios, le había dado más orgasmos que cualquier otro tío! Y todos seguidos…
-_____… ¿estás bien?
-Uhm…
-_____…
-¿Qué? –murmuró ella.
-¿Qué te pasa?
-Sabes que esto no debería de haber pasado…
-¿Te arrepientes? –pregunto él.
_____ no respondió.
¿Se arrepentía? No… entonces, ¿por qué no se lo decía? Justin se separó de ella, y le permitió mover un poco las piernas, de aquella posición tan incómoda.
-¿Te arrepientes? –volvió a preguntar.
A ella le tembló el labio.
-¿Te arrepientes, _____? –preguntó de nuevo, insistiendo.
-No está bien lo que hicimos…
-No me evadas, te hice una pregunta -¿Por qué se había puesto tan serio?- Mira, no creo que haya estado mal lo que hemos hecho, los dos lo deseábamos, eso si, si te arrepientes, no te preocupes por nada. No volverá a pasar.
¡Estaba enfadado!
Rápidamente, él se separó de ella, y comenzó a vestirse.
-Justin…
-No te preocupes _____, me mantendré alejado de tu provocador cuerpo. No me verás el pelo.
-Pero…
Él se comenzó a alejar de ella, y se sintió muy sola.
-Justin, no te vayas…
-¿Quieres que me quede? ¿Para qué? Mejor me voy, no quiero que después te arrepientas.
-¡Que no me arrepiento de nada, maldito seas!
Justin se paró de pronto, y se giró hacía ella despacito.
-¿Seguro? –preguntó con cautela.
_____ asintió.
-Que no me arrepiento… sólo que… no debió pasar.
-Eso es algo que… ¿Cómo decírtelo? ¿Algo que ya no vale la pena pensar? Ya ha pasado, _____… Y juraría que has disfrutado tanto como yo.
Poco a poco se acercó a ella, hasta ponerse a su lado en el sofá, donde ella estaba desnuda, y sonrojada, aún.
-Sé que ya ha pasado –dijo ella.
-Y lo has disfrutado… -_____ se sonrojó, y él le acarició las mejillas.
-Muy bien, lo que digas…
-¿No lo has disfrutado, cariño? –preguntó él picarón- ¿has estado fingiendo? –preguntó haciéndose el ofendido.
-¡Claro que no! –exclamó ella rápidamente.
-¡Oh, menos mal! Creía que tendríamos que repetir para comprobarlo.
_____ miró hacía otro lado para intentar disimular el calor que abrasó su cuerpo. Justin por el contrario continuó mirándola, su rostro rojo, su cuerpo acalorado, recorrió cada rincón de su bello cuerpo. Desde sus ojos, pasando por su cuello, el cual tenía una pequeña marca que él había dejado sin querer. Siguiendo por sus pezones, erectos que lo llamaban a voces. Bajando por su vientre hasta llegar al triángulo húmedo que unía sus piernas.
Algo en él se tensó.
-¿Sabes que eres una provocación, así como estás?
Ella intentó cubrirse pero él detuvo sus manos y se inclinó un poco sobre ella.
-Justin… -se intentó quejar.
-No digas nada… -murmuró él, y poniéndose a su altura, tomó sus labios en un beso ardiente.



Una Ducha Divertida: Capitulo 7

(HOT)



_______ suspiró pesadamente, cuando la lengua de Justin recorrió su vientre, recogiendo las palomitas que había sobre ella.
No estaba muy segura de cómo había sucedido, pero su camiseta se había subido más de la cuenta, y mostraba algo de sus senos, su pantaloncito corto, tenía la cinturilla bajada peligrosamente, y la boca de Justin iba de abajo hacía arriba y viceversa.
Le costaba respirar de vez en cuando, y procuraba no gemir. ¿Pero cómo evitarlo con aquellas caricias tan sensuales?
Maldito fuese…
-¿Has… has terminado ya? –preguntó ______. ¿Por qué tenía la voz tan ronca?
Justin alzó la vista, la miró sonriente. _______ no pudo evitar fijarse en su boca, estaba tan sensual y provocadora después de haber recorrido todo su vientre varias veces.
-Uhm… -se fijó en que él miraba a sus pechos, y tuvo que tragar saliva. Como la tocase más íntimamente, estaría totalmente perdida- me parece ver una palomita escondida…
______ tragó saliva cuando él se inclinó sobre ella, y su boca rozó uno de sus pechos. Respiró profundamente, de alguna forma debía de controlarse.
-Me parece que no quiere salir –murmuró él- pero no me ganará –dijo.
Y _______ sintió su húmeda lengua lamer cerca de su seno, tocándolo poco a poco. Justin se colocó sobre ella, sin tocarla, tenía una mano a cada lado de su cuerpo, y se sostenía con ellas, su cabeza empujaba su camiseta luchando con aquella palomita que se escondía.
“Cógela ya, cógela ya” –rogó ______, o la cogía o ella acabaría totalmente perdida.
Dios santo, ¿Cuándo se le había ocurrido aquel estúpido juego, en el que se había puesto totalmente a su disposición? Si se levantaba, si decía que se había acabado el juego y se encerraba en su cuarto… aquella tortura acabaría. Dulce tortura…
El aire acarició sus pezones erectos, y ella no pudo evita jadear, al sentir el pelo de Justin acariciárselos.
-Justin –dijo ella, desesperadamente.
-Ya la conseguí –susurró él.
¿Por qué le daba la sensación de que esa palomita no existía? La nariz de Justin le acarició uno de sus senos, despacio y suavemente, hasta que llegó a la cima.
Con los ojos bien abiertos, aunque nublados por aquel deseo fogoso, _______ lo observaba. Sólo debía de levantarse, y todo acabaría…
Abrió la boca para decir, que ya se acababa el juego, pero de su garganta tan solo escapó un dulce gemido, cuando los labios de Justin se cerraron en torno a uno de sus pezones. Si antes sentía calor, ahora sentía como todo su cuerpo ardía.
Justin acababa de encender un lujurioso fuego en su interior… que iba a ser difícil apagar.
Un calor líquido se alojaba en su entrepierna, mojando sus braguitas. Se retorció bajo Justin y arqueó su espalda, sin poder evitarlo. Su respiración se había agitado y no sabía el modo de controlarla.
¿Y si lo empujaba y echaba a correr? Después se daría una buena ducha de agua fría…
-Te deseo –las palabras de Justin la hicieron dejar de pensar, su mente nublada por el deseo, intentaba retomar sus pensamientos, pero la visión de Justin lamiéndole los pezones, junto con el placer que sentía por el acto, la hacía no saber pensar.
-Justin –gimió, cuando él dejó de lamer un pezón para ir por el otro…- ah… -tan tenue, tan sensual…
Él no pudo evitar chupar con más pasión, aquel montículo tan sabroso que adornaba la cima de su bello seno. Mientras que con la boca, se encargaba de mimar aquel bello pecho, y hacerla gemir, con una mano, se dedicó a pellizcar el pezón que se había quedado sin sus caricias, segundos atrás.
Las manos inquietas de _______, rendidas a todo aquel placer, acariciaban el cuerpo de Justin, su espalda desnuda por debajo de su camiseta, su pecho esculpido como si fuera un rey, fuerte y suave, cubierto por una fina capa de vello que comenzaba en su pecho, y descendía en una línea hasta su ombligo, donde seguía bajando hasta esconderse en sus calzoncillos.
_______ apretó los puños para no encaminar sus manos hasta el interior del pantalón de Justin, tan solo tenía que introducir su pequeña mano por debajo del elástico y encontraría aquello que en ese momento anhelaba.
-Aahh –jadeó, arqueando su cuerpo por completo, y haciendo que ambos se pusieran en contacto- Justin –jadeó al sentir la erección de Justin contra ella.
El cuerpo de Justin cayó sobre el de ella, aplastándola levemente, podía sentir la erección de Justin presionada contra su sexo mojado. Sus piernas estaban separadas, y lo acogía entre ellas.
Él continuaba atendiendo sus senos, y ella revolvía su pelo antes de bajar por su espalda de nuevo. De arriba abajo, hasta volver a alcanzar aquel pantalón. Introdujo un poco los dedos sobre la tira del pantalón, y alcanzó los calzoncillos, los levantó un poco y acarició su piel antes de volver a subir.
Dejó de saborear sus pechos, para mirarla a la cara sonrojada, sus mejillas color escarlata lo hacían endurecerse más. Necesitaba tenerla. Necesitaba besarla. Aquellos labios entreabiertos, pedían a voces sus besos. Subió un poco, y la oyó gemir, al encajar más su erección, contra su parte más íntima.

-Me vas a volver loco –dijo él, lamiéndole los labios.
-Justin…
-Dime que pare ahora, cariño, porque si no lo haces,después no lo haré…
Justin cubrió su boca, bebió de ella, absorbiendo sus labios, antes de deslizar la lengua entre sus dientes, y cubrir la lengua femenina con la suya.
_______ gimió mientras respondía a aquel beso cargado de deseo y fogosidad. Su cuerpo se movió bajo del de Justin buscando su calor.
-Dime que pare… -susurró él, mientras se deshacía de su camiseta, y de la de ella, dejándola desnuda de cintura para arriba.
Los labios de Justin cubrieron los suyos de nuevo, antes de descender por su cuello, y mordisquear su hombro. Sus labios continuaron bajando deteniéndose brevemente en sus senos, para bajar por su vientre, hasta alcanzar la tela del pantalón…
______ gimió, cuando él le bajó un poco el pantalón. La miró a los ojos, mientras le alzaba las piernas, y le quitaba las prendas.
Jadeó cuando sintió el aliento cálido de Justin acariciarle su sexo, que goteaba por él. Uno de los dedos de Justin, se posó sobre su sexo, comenzando desde abajo.
-Estás tan mojada –canturreó, mientras hacía su dedo subir, para acariciarla- tan mojada… -repitió- y todo para mi –susurró contra ella, cuando alcanzó su clítoris.
_______ tuvo que morderse los labios para no gritar.
¿Por qué la hacía olvidarse de todo? ¿Cómo conseguía volverla tan débil, y quitarle el poder de pensar?
Su cintura de arqueó para él, para su boca abierta, aquella que saboreaba su húmedo sexo, aquella que bebía de ella. Jadeó al respirar, e inspiró pesadamente.
La lengua de Justin subía y bajaba a lo largo de su sexo, cayendo como un látigo sobre su botón más sensible, antes de hacer círculos alrededor de él y descender hasta llegar a la entrada de se humedecía por segundos,_______ gimió, cuando él comenzó a lamer su clítoris incansablemente, mientras introducía un par de dedos en su interior, moviéndolos en círculos, antes de sacarlos y meterlos.
Los jadeos resonaban entre las cuatro paredes del salón, el ambiente estaba caldeado, y Dulce se sentía arder. La boca de Christopher la torturaba de placer, y ella se retorcía bajo él, mientras notaba el orgasmo formarse en su cuerpo.
-Justin –lo llamó ahogadamente, mientras alzaba las caderas, y tiraba de su pelo, en el que tenía enterrado sus dedos inquietos- Justin… -susurró, mientras se movía con impaciencia.
Cerró los ojos ante la ola de placer que le recorrió el cuerpo, y tiró del pelo de Justin, mientras gritaba rogando más. Su cuerpo cubierto por una capa de sudor, se movía nervioso. Rogando por alcanzar su liberación, pero él marcaba su ritmo, retirando su juguetona lengua, cuando la notaba muy apunto, y volviendo a retomar sus caricias para volver a llevarla al límite.
Sin poder aguantar más, sintiéndose a punto de reventar, él se incorporó y se quitó los pantalones, liberando así su miembro duro y caliente.
-Justin –lo llamó ella.
-Ya voy, cielo –susurró él, colocándose un preservativo, que _______ no sabía de donde había salido.
-¿Siempre vas tan preparado? –preguntó ella con la poca ironía que pudo sacar.
-Siempre que voy a verte voy preparado –contestó él, retomando las caricias en su sexo, ______ gimió y echó la cabeza hacía atrás.
Él se arrodilló en el sofá, y la ayudó a levantar la pierna, la que acabó apoyando sobre su hombro.
Condujo su miembro hasta la entrada de Dulce, líquida y caliente, y mirándola a los ojos, se enterró un poco en su ser.
-¿No serás virgen, no? –preguntó al verla apretar los dientes.
______ abrió los ojos con incredulidad. Y él rió entre dientes.
-¿Pero qué…? Ahhh… -un grito ahogado escapó de su garganta, cuando él la penetró sin previo aviso. Echó la cabeza hacía atrás, y respiró profundamente. Justin podía notar los espasmos de su vagina alrededor de su miembro, y apretó los dientes, mientras salía de ella, completamente, para volver a entrar, de la misma manera.
Sus cuerpos chocaron, y _______ sintió el calor del deseo y la pasión recorrerle el cuerpo.
Él volvió a repetir lo mismo, y la cuarta vez, _______ gritó mientras se aferraba a los cojines con fuerza y su cuerpo se sacudía de placer.
Abrió los ojos para encontrarse con la cara de Justin, quien tenía un brillo en los ojos, y la miraba intensamente. Su mandíbula estaba apretada, y sonreía fugazmente.
-Yo… -dijo ella- ¿lo siento?
-¿Por qué lo sientes? –preguntó él.
-No lo sé… me fui antes de tiempo.
-Oh… no te preocupes, ahora me toca a mi.