Hola ! Soy Kiersey , la escritora de esta novela , mi blog va a tratar sobre novelas pero tengo otro que es para subir fotos y noticias. Si tenéis alguna duda por favor ponédmelo por comentario y yo os responderé.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Una ducha divertida: Capitulo 6

_______ suspiró, mientras se llevaba a la boca el vaso de coca-cola, con la mirada fija en la televisión. Buscó a ciegas el cuenco de palomitas, y cogió unas cuantas con una mano, y con la otra, comenzó a coger una a una para ir comiéndoselas.
-¿Es interesante?
Dio un respingo, mientras miraba a Justin, que por lo visto estaba sentado a su lado.
-¿Cuándo has llegado?
-Hace cinco minutos.
-Mentira –dijo ella- no te he oído.
-Lo sé –rió él- ¿interesante la peli, no?
-Uhm… ¿Qué quieres, Justin?
-¡Oh, nada!, es que he pensado, que como ahora somos amigos, pues podemos ver la peli juntos.
-Pensaste mal, adiós –masculló, comiendo más palomitas.
Comenzaba a odiarlo… la irritaba, sobre todo porque cada vez que lo miraba, sólo conseguía dibujar en su mente, el beso que le había dado en la playa.
Recordaba el sabor de sus labios juntos a los suyos, su lengua abriéndose paso entre sus dientes, y como había jugado con la suya. Sus manos acariciando su espalda, y su cuello, haciendo que la piel se le erizara y deseara más que un simple beso.
Por eso había tenido que romperlo. Si no… solo dios sabría que habría acabado pasando allí.
-¡No seas así! –se quejó él- déjame verla.
-Está bien, está bien –pero cállate.
-Ok…
-¡SHH!

La película había acabado siento un auténtico muermo, una comedia romántica, en la que increíblemente, _______ había acabado medio saltando cuando los protagonistas habían acabado juntos.
Lo único bueno en toda la película había sido, cuando los protagonistas habían echo el amor… momento en el que Dulce se había dedicado a mirarlo de reojo, medio ruborizada, y otra cosa buena, era haberla visto con ella, quien sin casi darse cuenta, había acabado apoyándose contra él.
-Se acabó –dijo ella, bostezando.
-¿Tienes sueño? –preguntó él, acariciándole el pelo.
-Un poco –contestó cogiendo un puñado de palomitas.
-Uhm… ¿Están buenas?
-Ahá… -contestó ella, comiendo.
-¿Me das? –preguntó él.
-Sírvete –dijo ella, cogiendo otro puñado, que iba a ir a su boca.
Justin le cogió la mano sujetándola por la muñeca.
-Me serviré –dijo. Y se inclinó sobre ella, para coger unas pocas palomitas de su mano.
El cuerpo de _______ se estremeció, y sintió como su cuerpo reaccionaba ante aquel simple gesto. Los ojos hipnotizadores de Justin la miraban, mientras le abría los dedos, e iba comiéndose las palomitas de su mano.
-Eres un fresco –dijo ella en un murmullo.
Él la ignoró y continuó comiendo, lento y sensualmente, una a una saboreándolas, sin soltarle la mano, para que no la retirase.
-Si que están buenas –comentó él, una vez, no quedó ninguna.
Malditas palomitas…. Jamás las vería con buenos ojos.
-¿Quieres? –preguntó él.
-Si… -voz tenue, hipnotizada.
Justin cogió una simple palomita, y se la colocó entre sus labios, después se acercó a _______ y como pudo, dijo;
-Toma…
Fue un murmullo que ella bien había entendido, con los ojos como platos, miró a Justin, quien era capaz de hacerla perder la cabeza. Lo odiaba. ¿De verdad?, se preguntó a si misma.
Pero no respondió nadie. Solo podía mirar aquella palomita, que estaba rogando ser comida por ella, y por él… porque sería una palomita con suerte, una palomita compartida.
_________ se inclinó un poco, y cogió la palomita con los dientes, arrebatándosela a Justin, sonrió dichosa y se fue a retirar, cuando sintió la mano de Justin en la nuca.


-¿Quieres otra? –su aliento cálido le acarició la cara.
Y una palomita nueva se posó en los labios de él. Esa vez, _______ retiró la palomita con la lengua, con la que lamió los labios de Justin.
Respiró pesado, y miró a los ojos de ella.
-¿Otra? –preguntó.
-Uhm…
¿Él quería provocarla? Bien, jugarían los dos. _______ asintió, y Justin colocó otra palomita, _______ la cogió uniendo sus labios a los de Justin, masticándola sin separar los labios, una vez se la tragó, sacó la lengua, y se lamió los labios, gesto en el que incluyó los labios de Chris.
Él suspiró, y miró los ojos de ella. Sonreían.
-¿Quieres tú palomitas, Justin? –preguntó ella con voz seductora.
-Sólo si tú me das…
-¿Qué te parece… comer de mi?
Él se quedó en silencio, ¿iba enserio, o le estaba tirando un farol? Se sentía perdido con _______, tenía algo que lo atraía, y se quedó callado cuando ella, se estiró en el sofá, se levantó la camiseta sin descubrir sus pechos, solo dejando el vientre al aire, y cogiendo un puñado de aquellas chuches blancas, las colocó sobre su vientre, esparciéndolas después. 
Él tragó saliva, y la miró.
-Oh –dijo _______ haciendo un pucherito- No me digas que ya no quieres –musitó sentándose, y haciendo que todas las palomitas cayesen en el sofá.
-Túmbate –susurró él. Y ella lo hizo.
Justin cogió unas cuantas palomitas, y las colocó nuevamente sobre su vientre, esparcidas por cada trozo de piel.
Dulce pensó, que ella misma se había metido en aquello, ¿estaría borracha?
No… no lo estaba. Era borrachera, pero de pasión.
Justin se arrodilló delante del sofá, e inclinó la cabeza, para ir cogiendo cada palomita en un beso.
_______ sintió como se le tensaba el vientre, como la piel le cosquilleaba, y se obligó a permanecer en la misma posición.
Justin se comió todas las que había, y alzó la cabeza para mirarlo, después ________ lo vio agacharse de nuevo, y tragó saliva, al ver, que la boca de Justin se acercaba muy peligrosamente, a la cinturilla de su pantalón.
-Se enganchó cuando te levantaste.
Se desplazó un poco más hacía abajo, y enterró la cabeza entre sus piernas levemente separadas, _______ sintió un calor fuerte alojarse entre sus piernas.
-No deberías de haberte levantado, ahora hay palomitas en todos lados… -se quejó juguetonamente Justin.
Ella suspiró, cuando él volvió a inclinarse, los pantalones cortos, no podían cubrir sus piernas, y por lo tanto, no podía evitar sentir el pelo de Justin acariciando su piel, sus labios chocando con sus piernas, al coger las palomitas, su respiración cálida la acariciaba, cuando su nariz chocaba contra ella.
-Puedes parar –dijo ella.
-Pero tengo hambre… -se quejó él.
-Justin –murmuró.
-Shh… -siseó él, y se volvió a inclinar.
La mataría si seguía así.
-Jus…
-No pienso levantarme, hasta que no me haya comido todo lo que hay en tu cuerpo –dijo, echando un puñado más de palomitas sobre ella.

viernes, 2 de marzo de 2012

Una ducha divertida: Capitulo 5

_____ cogió el tenedor, y pinchó un trozo de lechuga, antes de pinchar uno de carne parallevárselo a la boca con cuidado. Miraba a Justin comer de reojo. Debía de confesar que no lo estaba pasando del todo mal. Habían dado un paseo en coche, y Justin la había llevado a un lugar bonito, un lugar en el que podían observar la playa mientras comía, y eso le gustaba.
Habían visto el sol ocultarse juntos, y eso era algo que provocaba un extraño sentimiento en la Morena.
-¿Qué quieres hacer después de comer? –Justin interrumpió el silencio, y miró a ______, mientras bebía agua.
-¿Nos vamos a casa?
-Si es temprano…
-¿Y?
-Por favor, ______. Vale, sé que no me he comportado como el mejor de los caballeros, pero es que nuestro encuentro no ha sido normal…
-Aja… -tenía que ignorar el nudo que crecía en su estómago.
-Caitlin se va a llevar algunos días fueras…
-Si…
-…y nosotros debemos de convivir bajo el mismo techo. –Ella guardó silencio.
-Lo sé. ¿A dónde quieres llegar? –preguntó con curiosidad.
-Pues… que podríamos hacer una especie de tregua.
-¿Una tregua?
-Aja… podemos comenzar por llevarnos bien, y dejar de actuar… seamos normales.
-Yo no he estado actuando –se defendió ella.
-Pero si has estado a la defensiva.
-Normal… debo tener cuidado con los tipos como tú…
-¿Con los tipos como yo? –preguntó él divertido- creo que es la segunda vez que me dices eso.
-Puede ser…
-No me has contestado.
-Tú me entiendes…
-¿De verdad? Las mujeres sois complicadas, y creo que tú más.
-Puedo decir lo mismo de los hombres.
Justin rió, y ella no pudo evitar reír con él, ¿Qué más hacer? En el fondo le caía bien… y pensaba que era un buen tipo… pero muy en el fondo… Vale, ¿a quien pretendía engañar? Porque a si misma no lo conseguía; le caía bien. Le resultaba divertido, aunque a veces la irritase con aquellos comentarios, o colándose en su cuarto de baño y arrebatándole la toalla para manosearla con ternura, y precipitación.
Vale, no le caía tan bien.
Lo miró a los ojos, y sintió un nudo abrasador en su garganta, que bajó a su estómago, y comenzó a comenzarse en un calor líquido entre sus piernas. Las cuales juntó, para intentar impedirlo. En vano.
-¿Qué decías? –preguntó ella.
-La tregua… ¿la aceptas?
-¿Dejarás de decir cosas de mi, y de colarte en mi cuarto de baño?
-Lo intentaré.
-Bien… al final del día te contestaré.
Él sonrió negando con la cabeza. Era como una niña caprichosa… que le fascinaba. Con aquel rostro angelical, y aquel pelo negro , negro como el onix.  que quería sentir con ella, La pasión, para apagar el deseo de su cuerpo.
-A la playa –dijo _______.
-¿Qué?
-Después de comer, a la playa.



La arena entre los dedos de los pies, era una sensación, que le gustaba, enterrar los pies en la arena se estaba volviendo, fría a causa de la noche.
-¿Te gusta la playa, eh? 
-Mucho –contestó _______, con una sonrisa de oreja a oreja- gracias por traerme aquí.
-Un placer, poder haber echo algo bien, al final.
Dulce rió.
-Hombre… no todo ha sido malo…
-¿No?
-No… habría estado mejor si no te hubieses colado en mi baño… y si te hubieras ahorrado esos comentarios.
-Eran verdad.
-¿El qué?
-Tienes un culo bonito… muy bonito.
-Justin… -su tono era de advertencia.
-Y un cuerpo precioso… -susurró él.
Ella aceleró el paso, como se parase… sólo Dios sabía que pasaría si ella se quedara quieta, podría ser que se lanzase a sus brazos, o bien que lo abofeteara, aunque estaba más segura de la primera opción.
-¡_______!
Ella bajó el paso, y él tomándola de la muñeca la hizo girarse.
-Jus…tin…
-No te ofendas… sólo te dije la verdad…
-Quizás… quizás… quizás no quería oírla.
-¿Tartamudeas?
-Por tu culpa…
Él sonrió, como no hacerlo, hundió la mano en el espeso cabello de ella, tan suave y sedoso como una caricia, enredando los dedos entre sus rizos, se llevó uno a la nariz para olerlo.
-Yo tengo otro problema contigo… -murmuró él.
-¿Sí, cual? –preguntó ______, tragando saliva.
-Me vuelves loco…
-Como tú a mi –replicó ella.
-¿Te vuelvo loca?
-Aja…
-Habrá que buscar una solución, ¿no crees?
-La tregua…
-Es una opción, ¿eso significa que la aceptas?
¿Por qué le costaba tanto respirar? ¿Y por qué le daba la impresión de tenerlo cada vez más y más cerca? Podía sentir su pecho contra el suyo, sus piernas fuertes, pegadas a las suyas. Su respiración en la cara, su mano en la espalda, la caricia en su cuello de aquellos dedos fuertes, junto a su pelo.
-Por el bien de los dos… -aceptó ella- Ningún comentario más, ni intromisión en el baño.
-A menos que tú me permitas el paso…
-Justin…
-______… ahora debemos hacer algo con mi locura…
-Ya hicimos… la tre… tregua.
-Mi locura es otra, cariño… me vuelves loco, pero de deseo.
-Just…
-¿Qué te parece si sellamos la tregua? –preguntó él, pegándola más a su cuerpo, con la respiración más pesada, ella entreabrió los labios, quizás debiera quejarse, pero lo único que hizo fue responder al beso, cuando él, unió su boca a la de ella.