Hola ! Soy Kiersey , la escritora de esta novela , mi blog va a tratar sobre novelas pero tengo otro que es para subir fotos y noticias. Si tenéis alguna duda por favor ponédmelo por comentario y yo os responderé.

jueves, 23 de febrero de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 3


El agua caía por su cuerpo, caliente, vaporosa, los ojos le pesaban, y el agua hacía que le picasen, pero no importaba, nada importaba, solo la relajación que sentía al sentir el agua recorrer cada trozo de piel.
Se enjabonó despacio, sintiendo sus propias caricias en la piel, y deseando que no fueran sus manos la que la acariciaran. El calor aumentaba, y su respiración iba a prisa, el agua golpeando el suelo de la bañera era lo que más sonaba.
Los cristales estaban empañados, como todo el ambiente, que era borroso. Una puerta sonó, abrirse… la puerta del baño se abrió, y ante ella apareció, él. Justin.
Con una simple toalla rodeando su cintura.
-Justin–gimió ella- ¿Qué haces aquí?
-Te necesito… -susurró él.
-Pero Caitlin… nos va a ver.
-No… no te preocupes, se ha ido.
-Oh…
-¿Me haces un hueco en la bañera, cariño?
Sin pudor alguno, ______ sonrió, y dejó que él se introdujese en la bañera, junto a ella, después de quitarse la toalla. Las manos suaves y duras de él, la cogieron de la cintura, su miembro estaba erecto, y él caliente. Un cuerpo adherido al otro, pegados, una boca buscó a la otra, se besaron, devorándose.
______ gimió, él gruñó. Sentía su erección contra su vientre, sus manos acariciándola, tocándola.
Volvió a gemir.
-Justin… por favor –pidió, acariciando su miembro, duro, caliente, grande.
-Voy, voy _______
-Por favor –rogó ella, mientras, él se colocaba en su entrada.
-¡______! ¡_____!, ¡______!, ¡______!, coño despierta!
______ despertó.
Envuelta en sudor, acalorada, agobiada, y excitada. Miró a su amiga, que la miraba extrañada.
-¿Qué pasa? –preguntó mirando el reloj; las ocho de la mañana.
-¿Estás bien? –preguntó a ______.
-No –contestó secamente.
-Debes tener fiebre, estás muy roja, y hacías ruidos raros…
-Dioos… -gimió ella escondiendo la cabeza en la almohada. Esperaba al menos, no haber echo… mucho de esos ruidos.
-Oh… -dijo Caitlin comprendiendo- ¿Con quien? –preguntó curiosa.
-¡Que te importa!
-Uhii… por favor, si lo sé, te dejo correrte antes de despertarte.
-Mala broma… bueno, ¿Qué pasa?
-Me voy.
-Bien.
-Tres días.
-¿¡Que!? ¿Estás de coña, no?
-No… tengo un compromiso…
-Ya, me imagino de que tipo…
-¡Oye, bonita, que no siempre…! Bueno da igual, es trabajo… la empresa me manda, si no, no me iba…
-Ok… ¿ya, puedo seguir durmiendo?
-Si… sólo era para avisarte, y decirte que le eches un vistazo a mi hermano, ya sabes, por si necesita algo, o lo que sea…
-Caitlin…
-Adiós, cariño.
-Adiós…
-¡Cuídamelo!
-Que se cuide sólo –farfulló, enterrando la cabeza en la almohada.
¡Maldita fuese Caitlin, y todo su trabajo! Se iría también ella de viaje… pero después de dormir un rato más. Le pesaba la cabeza, tenía la boca pastosa, pero sobre todo, tenia muchas ganas de dormir, y… continuar con aquel maldito sueño.
Justin cogió la bolsa de chucherías, antes de adueñarse del mando de la tele y tirarse en el sofá. Se aburría.
Se aburría enormemente.
Y en vez de salir, como hubiera echo en cualquiera otra ocasión, se había quedado en casa… viendo la tele, y todo por culpa de una morena, que a pesar de ser las cuatro de la tarde, continuaba durmiendo.
Por un momento, llegó a pensar que se había quedado en coma, o algo así.
Hasta que al sacudirla un poco para ver si estaba bien, viva… le había soltado un guantazo, estando dormida.
Aún le picaba.
Encendió la tele, y la apagó, al terminar de pasar por todos los canales… bueno, sería mejor poner un buen dvd… con mucha pereza, se levantó, y se metió en el despacho de Catlin y de ______, donde su hermana le había dicho que había puesto todos los dvd’s…
-Como estamos haciendo cambios, los hemos puesto aquí… -le había explicado.
Y por culpa de esos cambios, él tenía que andar más de 100 metros… cuando no le apetecía para nada.

-Arrastró los pies, hasta que alcanzó el sofá, y se tiró de espaldas, ¡por dios, cuanto le pesaba la cabeza! ¡Y que sueño tenía!
Cuanto más duermes… más quieres dormir.
Joder, un poco más y necesitaba la vida completa para levantarse.
Maldito vino, pensó, maldiciendo a Justin, con el que, por cierto, no había vuelto a soñar, ningún sueño comparable, y de echo, no sabía siquiera, si había soñado, todo era un puñado de cosas confusas y pesadas. Nada claro, solo, la escena de la ducha.
Y una ducha, necesitaba ella darse, a ver si con eso, despejaba su mente, y aprovechaba lo que le quedaba de día.
Pero no, aún no… por ahora, le apetecía continuar en el sofá. Cerró los ojos, y suspiró en el silencio de la habitación.

Por dios, que de películas… pero al menos había dos o tres interesantes… que no iban de amoríos, y lloriqueos, podía decirse, que respecto a gusto, las dos tenían los mismos para las películas…
Justin caminó, hasta estar a pocos metros del sofá, y por un impulso, agarrándose al respaldo, se tiró sobre él.
-Aaaaaay, miierda –gruñó sobre lo que había caído.
Tan aprisa como pudo, Justin se retiró.
-¡_____ , ¿estás bien?! Joder, ¿Qué coño hacías en el sofá?
-¿Qué te parece que hacía, Justin ? ¿bailar? –preguntó con tanta ironía como pudo, aunque más bien, parecía un lloriqueo, y es que las lágrimas se le habían saltado.
-¿Estás bien?
Ella se intentó mover… no pudo.
-Si…
-¡Por favor! –exclamó indignado- podría haberte roto algo, ¡no puedes estar a oscuras en un sofá!.
Ella lo miró indignada.
-No es propio, que la gente se tire por encima del sofá…
Él se sonrojó.
-Se supone que dormías… en la cama.
-Ya ves que no… la próxima vez…
-¡Deja de discutir, y dime si estás bien!
Ella se intentó poner de pie, el dolor se había casi ido, él la ayudó.
-Una ducha me vendrá genial… -susurró comenzando a caminar.
-¿Te gusta picarme, eh?
Ella lo ignoró, y cambió hacía el baño.
-¡Dame una voz, si necesitas una mano!
-O las dos…


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