Hola ! Soy Kiersey , la escritora de esta novela , mi blog va a tratar sobre novelas pero tengo otro que es para subir fotos y noticias. Si tenéis alguna duda por favor ponédmelo por comentario y yo os responderé.

martes, 24 de abril de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 12

-Y pues eso es todo lo que pasó –finalizó ______, después de relatarle toda la “historia”.
La que por cierto no había sido toda. _______ se había ahorrado todos los detalles morbosos, no pensaba contarle a su amiga lo que era “todo” Ni cuantas veces había pasado ese “todo” Ni lo magnifico que había sido… al fin y al cabo, había contado lo importante.
-¿Y eso es todo? ¿No me vas a decir nada más? A ver… enumero; Primero: Se presentó en el lugar en el que habías quedado con Sergio… y acabó trayéndote a casa.
-No se presentó –la corrigió _______- Estaba allí de casualidad…
-Bueno…
-Y fue muy arrogante, ¿a tú hermano no le han enseñado que no siempre lleva la razón? Casi me obligó a ir con él, y espantó a Sergio –obviamente, evitó contarle a su amiga, que ella se había llevado casi toda la cita hablando de Justin, y que cuando éste se presentó, Sergio casi había huido de allí.
Una sonrisa picaresca se asomó a la boca de su amiga.
-¿Fue muy arrogante, eh? –preguntó con intriga.
-Mucho –determinó ______
-Le debes de gustar mucho, ______… sobre todo si se molestó tanto en hacer que fueses con él… mi hermano no es de los que se hacen de rogar.
-No se hizo de rogar.
-Casi qué si… -la interrumpió su amiga- pero bueno, eso lo discutimos después. Uno, te rescató de las garras del maleducado Sergio que te dejó la cuenta –______ asintió- Después, se quedó cuidando de ti al día siguiente… ese sería el punto número dos.
-¡No te confundas! No se quedó cuidando de mí. Se tiró encima mía en el sofá.
-Pero estaba en casa, ¿no? –preguntó Caitlin.
-Claro, no era su espíritu el que se lanzó sobre mí…
-Pues eso es que se quedó cuidando de ti.
-¿Tú de que partes estás? –preguntó su amiga sombría.
-De ninguna. Simplemente evalúo la situación desde un punto externo. Verás… si te digo que se quedó a cuidarte; es que se quedó. Mi hermano jamás se queda en casa una mañana.
-No sé si había salido, a lo mejor acababa de regresar… -la interrumpió su amiga.
-Lo dudo. Sigo: Tercero… te llevo a comer y a la playa…
-Después de romper la puerta del baño y entrar como un energúmeno… -se mofó ______.
-E hicisteis una tregua –continuó Caitlin como si no la hubiese oído- Y después te besó… -añadió con ensoñación romántica- Le debes de gustar muchísimo –dijo emocionada- mucho, mucho.
______ salió del cuarto de baño con la toalla reliada en su cuerpo, se había pasado un rato con la toalla puesta, sobre todo, mientras discutía con Caitlin. No se había acordado de vestirse, ni de nada. Simplemente de discutir con su amiga, la que se empeñaba en poner a su maldito hermano como un romántico empedernido, cuando lo único que había habido entre los dos había sido un glorioso sexo. Magnífico.
-¿Dónde vas? –preguntó Caitlin siguiéndola.
-¡A un lugar donde tú no estés! ¡Vaya ayuda eres Caitlin, si te lo conté es porque no me dejas! No para que digas una sarta de estúpideeces.
-¿Perdona? –preguntó su amiga divertida- ¿una sarta de estúpideecs? _______… ¿no te estarás…?
-¿Qué? –preguntó mientras se ponía las braguitas con la toalla puesta.
-Enamo…
-¿Qué? –volvió a preguntar- ¡No! ¿Qué dices?
-Ya… -su amiga se miró las uñas, y ______ quedó en silencio mientras se terminaba de vestir.
Enamo…rada. ¿Su amiga estaba loca o qué? ¡Enamorada! ¡Ja! ¿Ella, de él? ¿De Justin? ¿Pero por qué iba a estar enamorada? Definitivamente su amiga estaba loca. Se giró y miró a Caitlin que tenía una mueca en la boca, por intentar ocultar una sonrisa.
-¿Quieres dejar de mirarme así? –pidió casi en un grito.
-¿De que forma?
-Como si yo estuviese loca… -refunfuñó- y no supiera lo que digo.
-¿Y lo sabes? Y otra pregunta, ¿no estás loca? Yo creía que si…
-¡Muy graciosita, Caitlin. Y sí, si sé lo que digo. No estoy enamorada de Justin. No, no, y no.
-¿Te estás oyendo, _______?
-¿Qué pasa ahora? –preguntó enfadándose. Y realmente, no sabía por qué.
-¿A quien intentas convencer? –preguntó Caitlin, ______ resopló.
-A ti, ¿a quien más?
-¿A ti misma? –preguntó mientras enarcaba una ceja.
-Si claro…
-¿Se puede saber a donde vas? –gritó su amiga, siguiéndola cuando ______- salió de su dormitorio, y volvió al baño.
-¿Para que preguntas si me vas a seguir?
______ volvió a su cuarto, después de colocar su toalla, en su sitio, su amiga la siguió y se tiró en su cama, donde soltó un suspiro de cansancio.
-¿Y bueno, como te ha ido a ti en el viaje?
-Como siempre; bien.
-Desde luego, tú no necesitas que te halaguen.
-¿Para qué, si lo puedo hacer yo?
Caitlin giró sobre el colchón e introdujo las manos debajo de la almohada para apoyar bien la cabeza.
-Vaya, vaya, vaya… -susurró, mientras alzaba en su mano un trozo de tela que no era de ________ exactamente.
El rostro de la pelirroja se tiñó de escarlata, cuando vió lo que su amiga sostenía en sus manos, eso era… los calzoncillos de Justin.
-Creo que no me has dado todos los detalles… -murmuró Caitlin- Aunque no sé si quiero saberlos, al final es mi hermano… ¡ugh!
-Dámelos –pidió _____.
-¿Para qué? –preguntó Caitlin- ¿se los vas a llevar esta noche, para que te de una recompensa a cambio?
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! –se mofó su amiga- ¿Te dijeron alguna vez que eres una maldita payasa?
-Seh… tú alguna vez que otra me lo has dicho.
______ comenzó a reírse sin poder evitarlo, y después intentó quitarle los calzoncillos a Caitlin de la mano, quien los movió antes de que se los arrebatara.
-Dámelos, Caitlin. Esto es muy embarazoso…
-¿Embarazoso? ¿por qué? Las dos sabemos que no eres virgen…
-Ja, ja, ja –volvió a emitir _______ lentamente- ¿me los vas a dar?
-No.
-Pues para ti.
______ se giró. Y Caitlin se rindió, siempre pasaba lo mismo.
-Vaaale… está bien. Para ti… de todas formas, ¿para qué quiero yo unos calzoncillos de mi hermano? ¡ugh!
______ se los arrebató.
-Gracias –dijo sarcástica.
-Mi pregunta de ahora, es… ¿para qué los quieres tú?
-Déjalo, Caitlin.
-Vale, vale, otro día continuo. Pero aún tengo una duda. ¿Estás con mi hermano, o no lo estás?
-¿Qué?
-¿Somos cuñis? –preguntó con ilusión la rubia.
-No lo sé… -murmuró dubitativa.
______ se quedó en silencio, y de pronto la puerta se abrió. Justin entró como un terremoto, y se plantó al lado de _____.
-Vale, Caitlin, déjalo ya. La protegeré de tu interrogatorio.
-Huhuhuhu… -se rió Caitlin- no te preocupes, ya he terminado.
-Miierda –masculló su hermano.
Caitlin se giró y se dispuso a marcharse pero en el último momento, al lado de la puerta, giró la cabeza y miró a _______.
-Mucho, mucho… amiga. Pero que mucho. Por cierto Justin –dijo Caitlin- _______ tiene algo que te habías olvidado debajo de sus sábanas.


 

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