Hola ! Soy Kiersey , la escritora de esta novela , mi blog va a tratar sobre novelas pero tengo otro que es para subir fotos y noticias. Si tenéis alguna duda por favor ponédmelo por comentario y yo os responderé.

martes, 24 de abril de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 12

-Y pues eso es todo lo que pasó –finalizó ______, después de relatarle toda la “historia”.
La que por cierto no había sido toda. _______ se había ahorrado todos los detalles morbosos, no pensaba contarle a su amiga lo que era “todo” Ni cuantas veces había pasado ese “todo” Ni lo magnifico que había sido… al fin y al cabo, había contado lo importante.
-¿Y eso es todo? ¿No me vas a decir nada más? A ver… enumero; Primero: Se presentó en el lugar en el que habías quedado con Sergio… y acabó trayéndote a casa.
-No se presentó –la corrigió _______- Estaba allí de casualidad…
-Bueno…
-Y fue muy arrogante, ¿a tú hermano no le han enseñado que no siempre lleva la razón? Casi me obligó a ir con él, y espantó a Sergio –obviamente, evitó contarle a su amiga, que ella se había llevado casi toda la cita hablando de Justin, y que cuando éste se presentó, Sergio casi había huido de allí.
Una sonrisa picaresca se asomó a la boca de su amiga.
-¿Fue muy arrogante, eh? –preguntó con intriga.
-Mucho –determinó ______
-Le debes de gustar mucho, ______… sobre todo si se molestó tanto en hacer que fueses con él… mi hermano no es de los que se hacen de rogar.
-No se hizo de rogar.
-Casi qué si… -la interrumpió su amiga- pero bueno, eso lo discutimos después. Uno, te rescató de las garras del maleducado Sergio que te dejó la cuenta –______ asintió- Después, se quedó cuidando de ti al día siguiente… ese sería el punto número dos.
-¡No te confundas! No se quedó cuidando de mí. Se tiró encima mía en el sofá.
-Pero estaba en casa, ¿no? –preguntó Caitlin.
-Claro, no era su espíritu el que se lanzó sobre mí…
-Pues eso es que se quedó cuidando de ti.
-¿Tú de que partes estás? –preguntó su amiga sombría.
-De ninguna. Simplemente evalúo la situación desde un punto externo. Verás… si te digo que se quedó a cuidarte; es que se quedó. Mi hermano jamás se queda en casa una mañana.
-No sé si había salido, a lo mejor acababa de regresar… -la interrumpió su amiga.
-Lo dudo. Sigo: Tercero… te llevo a comer y a la playa…
-Después de romper la puerta del baño y entrar como un energúmeno… -se mofó ______.
-E hicisteis una tregua –continuó Caitlin como si no la hubiese oído- Y después te besó… -añadió con ensoñación romántica- Le debes de gustar muchísimo –dijo emocionada- mucho, mucho.
______ salió del cuarto de baño con la toalla reliada en su cuerpo, se había pasado un rato con la toalla puesta, sobre todo, mientras discutía con Caitlin. No se había acordado de vestirse, ni de nada. Simplemente de discutir con su amiga, la que se empeñaba en poner a su maldito hermano como un romántico empedernido, cuando lo único que había habido entre los dos había sido un glorioso sexo. Magnífico.
-¿Dónde vas? –preguntó Caitlin siguiéndola.
-¡A un lugar donde tú no estés! ¡Vaya ayuda eres Caitlin, si te lo conté es porque no me dejas! No para que digas una sarta de estúpideeces.
-¿Perdona? –preguntó su amiga divertida- ¿una sarta de estúpideecs? _______… ¿no te estarás…?
-¿Qué? –preguntó mientras se ponía las braguitas con la toalla puesta.
-Enamo…
-¿Qué? –volvió a preguntar- ¡No! ¿Qué dices?
-Ya… -su amiga se miró las uñas, y ______ quedó en silencio mientras se terminaba de vestir.
Enamo…rada. ¿Su amiga estaba loca o qué? ¡Enamorada! ¡Ja! ¿Ella, de él? ¿De Justin? ¿Pero por qué iba a estar enamorada? Definitivamente su amiga estaba loca. Se giró y miró a Caitlin que tenía una mueca en la boca, por intentar ocultar una sonrisa.
-¿Quieres dejar de mirarme así? –pidió casi en un grito.
-¿De que forma?
-Como si yo estuviese loca… -refunfuñó- y no supiera lo que digo.
-¿Y lo sabes? Y otra pregunta, ¿no estás loca? Yo creía que si…
-¡Muy graciosita, Caitlin. Y sí, si sé lo que digo. No estoy enamorada de Justin. No, no, y no.
-¿Te estás oyendo, _______?
-¿Qué pasa ahora? –preguntó enfadándose. Y realmente, no sabía por qué.
-¿A quien intentas convencer? –preguntó Caitlin, ______ resopló.
-A ti, ¿a quien más?
-¿A ti misma? –preguntó mientras enarcaba una ceja.
-Si claro…
-¿Se puede saber a donde vas? –gritó su amiga, siguiéndola cuando ______- salió de su dormitorio, y volvió al baño.
-¿Para que preguntas si me vas a seguir?
______ volvió a su cuarto, después de colocar su toalla, en su sitio, su amiga la siguió y se tiró en su cama, donde soltó un suspiro de cansancio.
-¿Y bueno, como te ha ido a ti en el viaje?
-Como siempre; bien.
-Desde luego, tú no necesitas que te halaguen.
-¿Para qué, si lo puedo hacer yo?
Caitlin giró sobre el colchón e introdujo las manos debajo de la almohada para apoyar bien la cabeza.
-Vaya, vaya, vaya… -susurró, mientras alzaba en su mano un trozo de tela que no era de ________ exactamente.
El rostro de la pelirroja se tiñó de escarlata, cuando vió lo que su amiga sostenía en sus manos, eso era… los calzoncillos de Justin.
-Creo que no me has dado todos los detalles… -murmuró Caitlin- Aunque no sé si quiero saberlos, al final es mi hermano… ¡ugh!
-Dámelos –pidió _____.
-¿Para qué? –preguntó Caitlin- ¿se los vas a llevar esta noche, para que te de una recompensa a cambio?
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! –se mofó su amiga- ¿Te dijeron alguna vez que eres una maldita payasa?
-Seh… tú alguna vez que otra me lo has dicho.
______ comenzó a reírse sin poder evitarlo, y después intentó quitarle los calzoncillos a Caitlin de la mano, quien los movió antes de que se los arrebatara.
-Dámelos, Caitlin. Esto es muy embarazoso…
-¿Embarazoso? ¿por qué? Las dos sabemos que no eres virgen…
-Ja, ja, ja –volvió a emitir _______ lentamente- ¿me los vas a dar?
-No.
-Pues para ti.
______ se giró. Y Caitlin se rindió, siempre pasaba lo mismo.
-Vaaale… está bien. Para ti… de todas formas, ¿para qué quiero yo unos calzoncillos de mi hermano? ¡ugh!
______ se los arrebató.
-Gracias –dijo sarcástica.
-Mi pregunta de ahora, es… ¿para qué los quieres tú?
-Déjalo, Caitlin.
-Vale, vale, otro día continuo. Pero aún tengo una duda. ¿Estás con mi hermano, o no lo estás?
-¿Qué?
-¿Somos cuñis? –preguntó con ilusión la rubia.
-No lo sé… -murmuró dubitativa.
______ se quedó en silencio, y de pronto la puerta se abrió. Justin entró como un terremoto, y se plantó al lado de _____.
-Vale, Caitlin, déjalo ya. La protegeré de tu interrogatorio.
-Huhuhuhu… -se rió Caitlin- no te preocupes, ya he terminado.
-Miierda –masculló su hermano.
Caitlin se giró y se dispuso a marcharse pero en el último momento, al lado de la puerta, giró la cabeza y miró a _______.
-Mucho, mucho… amiga. Pero que mucho. Por cierto Justin –dijo Caitlin- _______ tiene algo que te habías olvidado debajo de sus sábanas.


 

lunes, 23 de abril de 2012

Una Ducha DIvertida: Capitulo 11

-Dios mío… dios mío… dios mío. ¡Oooh, Dios mío!
Su boca no era capaz de decir otras palabras, su mente no era capaz de razonar, ella solo veía a su amiga Caitlin irse de allí entre risitas, mientras ella estaba medio desnuda, excitada, y había sido pillada… comiéndosela a su… ¿su qué? ¿Qué era él? ¿Qué eran ellos?
Miierda. Para colmo no sabía ni que eran, ¿un rollo? ¿unos amigos con muchísimos derechos?. Miró a Justin que se acercaba a ella, pero se alejó un tanto.
-Tranquilízate, _____… -dijo Justin, mientras la veía como una loca colocándose mal la parte de arriba del bikini, que para colmo se había puesto medio al revés, sus manos temblorosas luchaban por hacer el nudo.
-¿Qué me tranquilice? –preguntó con la voz rota, mientras seguía luchando por abrocharse aquel pequeño trozo de tela y cubrirse- ¿Cómo ******* quieres que me tranquilice? ¡Mi amiga me acaba de pillar comiéndote…! ¡Tu hermana me acaba de pillar! ¡Oh dios mío! –dijo soltando un gemido- ¿Qué voy a decirle ahora? –preguntó saliendo del agua.
-A ver… -susurró él tranquilamente, y se acercó a ella, la hizo girarse y ponerse de espaldas a él, la ayudó a abrocharse la parte de atrás del bikini, en condiciones- para empezar… -siguió acariciándole los hombros muy suavemente, antes de coger los otros cordones para atarle el nudo detrás del cuello- ambos somos personas adultas. Tú eres responsable de tus actos, y no tienes por qué darle explicaciones a nadie… -continuó diciendo, mientras terminaba de abrocharle el nudo, después la giró para que lo mirase a la cara- Segundo, lo que estábamos haciendo no está nada mal… de hecho estaba muy bien. Caitlin… Caitlin solo llegó en un mal momento.
-¡Y que mal momento! –exclamó ella, y recordó el episodio- ¡Oh Justin, me ha pillado...! ¡Joder! –gimió.
-¡Cálmate, por favor! –pidió él.
-No puedo, ¿qué voy a decirle?
-¿Por qué narices tienes que decirle nada?
-¡Porque es mi amiga! ¡Porque es tu hermana! ¡Porque me ha pillado… digamos, en una situación comprometida!
-Pues dile que… no sé, que no es de su incumbencia, que no hay nada que contar.
-¡Jaaa! ¡Justin, es Caitlin! ¡CAITLIN! ¡No, es tu hermana, sabes perfectamente como es! Además, sigo sin saber que decirle. ¿Qué le digo, Justin?
Él se pasó las manos por el cabello húmedo, _____ lo estaba poniendo nervioso. ¿Por qué tenía que complicarlo tanto todo? Ellos no estaban haciendo nada malo, solo que su hermana había decidido aparecer en un momento muy inesperado, quizás demasiado. Podría haberse esperado a que terminara… pensó haciendo una mueca.
Miró a _____, mientras salía de la piscina, el cabello castaño, ahora más oscuro por el agua, se le pegaba a la espalda, y él pensó en lo guapa que era, su rostro húmedo dejaba mostrar su nerviosismo.
Y para ser sincero, aunque fuera consigo mismo, la comprendía. Su hermana era una bomba de cotilleos, y además era curiosa. Y cuando afilaba la lengua… ¡Dios mío!, gimió interiormente.
Salió del agua y se acercó a _____.
-Tranquilízate, ¿Si? –Acarició sus hombros y e hizo amago de abrazarla, pero ella se puso tensa. Soltó un suspiro y la miró a los ojos- Si quieres hablamos los dos con Caitlin.
-¡No! –exclamó ella.
Él hizo una mueca.
-¿Y por qué no?
-¿Y que le vamos a decir, Justin? No somos nada, solo dos personas que han decidido pasarlo bien, y como comprenderás, para decirle eso, prefiero hacerlo yo sola.
-_____… me insultas.
-¿Por qué? ¿Por decirte la verdad? Tú sabes que eso es lo que somos, nosotros no hemos dicho nada más. No somos nada, Justin… Admítelo.
_____ se giró para irse, y Justin la miró, era verdad, pero…
La sujetó por un brazo y la hizo girarse, mirándola a los ojos, tomó su mano.
-¿Y si yo quisiera ser algo más que una persona que se lo pasa bien? –preguntó imitando sus palabras.
Algo extraño, algún tipo de sentimiento se apoderó de _____. Algo que la hizo estremecerse y temblar, algo que hizo que su corazón galopase con fuerza, y su sangre ardiese, algo que la hizo querer sonreír, pero a su vez, el miedo la poseyó.
-Yo… -se había quedado muda, aquello era… ¿una sorpresa? ¿algo que esperaba oír?
No, desde luego no se lo esperaba. Lo que no sabía era si lo quería escuchar. Quizás lo estuviese deseando de escuchar. Pero de todas formas le había pillado desprevenida.
Tanto, que no sabía que decir.
-¿Tú…? –la pregunta de Justin fue lenta, muy lenta, una palabra eterna.
-Yo…
-¡_____ el teléfono!



sábado, 21 de abril de 2012

Una Ducha Divertida: Capitulo 10


-¡No, no, no! ¡Suéltame! –gritó mientras intentaba salir nadando. La risa y el agua no eran compatibles, debería de recordarlo siempre. El agua le entro por la boca, y mientras intentaba toser Justin la alcanzó- Por favor, por favor –rogó entre risas.
-¿Por favor qué? –preguntó él, sosteniéndola en el agua. Si ya de por si no le costaba ningún trabajo levantarla, en al agua mucho menos.
-No me ahogues.
-Dame una buena razón, porque si no recuerdo mal, me has intentado hacer, no una si no ¡tres! Ahogadillas.
-Pero no lo he conseguido –se defendió ella.
Era cierto, y eso a Justin lo hizo sonreír, él era más fuerte, más grande y pesaba más que ella, y por mucho que consiguiera moverlo en el agua, no conseguía hundirlo.
-¡Hey! –se quejó mientras ella echaba a nadar. Se le había escapado por pensar en tonterías- ¿Dónde vaaas? –gritó echando él también a nadar, y alcanzándola en tres brazadas, la sujetó por el brazo, y la pegó a su cuerpo.
-No me puedes culpar por querer huir –dijo _____ con una mueca en los labios.
-No, no puedo culparte. Pero si puedo castigarte.
-¡Atrévete! –gritó ella empujándose de él para escapar.
-¿Aún no has aprendido la lección? –preguntó él, y de pronto _____ se hundió, al salir a la superficie estaba jadeante.
-Que capullo –gritó- eso no vale –la risa le entró demasiado pronto, y no conseguía controlarla.
-¿Qué me has llamado? –preguntó él.
-¿Yo? ¡Nada!
-¿Nada? –de pronto _____ se volvió a hundir.
-¡Capullo! –le dijo entre risas al salir a flote de nuevo.
-_____… ¡ahogadilla! –exclamó y la volvió a hundir.
Al estar bajo el agua, _____ aprovechó y le dio un pellizco a Justin en la pierna, después de aquel gesto, echó a nadar liberándose de él.

Cuando salió a la superficie, estaba cansada, jadeante, le faltaba el aire, y se reía de todo y de nada.
-Lo siento querido, pero tenía que liberarme de alguna manera.
Justin que aún se quejaba del pellizco que le había soltado, se recompuso con rapidez, y salió disparado para cogerla.
Un gritito escapó de la garganta de _____ y echó a nada hacía el primer lugar que pudo, encerrándose contra Justin y la pared de la piscina, se aferró al borde e intentó salir por impulso. Pero él la cogió antes de que pudiera escapar.
-¡No te escaparás tan fácilmente! –dijo él, metiéndola de nuevo en el agua.
-¡Me rindo, me rindo! –gritó ella, demasiado cansada ya- ¡Se acabó, por favor!
-¡Débil! –se burló él- que fácil ha sido…
-¡Ja, ja, ja! –_____ le soltó una patada, y se giró para poder salir de la piscina. Justin la aferró de las caderas y la volvió a hundir en el agua.
Cuando salió tosió por culpa de la ahogadilla, que la había echo tragar agua.
-¿Estás bien? –preguntó él entonces. _____ tosió de nuevo, y él enarcó una ceja, ya dudada de si tosía de verdad.
-Eres un cretino –se quejó ella, me podías haber ahogado.
-No lo creo –se defendió, pegándose un poco más a _____.
-Yo si lo creo –dijo ella- Uhm… ¿Justin?
_____ alzó la vista, y miró los ojos de Justin, que la miraban demasiado ardientes, tragó saliva.
-Nunca hubiera dejado que te ahogaras –murmuró él, y se fijó en los pechos de _____ que aún subían y bajaban deprisa por el ejercicio de antes, ¿o no era por el juego?
Miró sus labios entreabiertos, y la vio pasarse la lengua por los labios.
-Estamos en la piscina –dijo.
-De nuestra casa –susurró él.
-Es mi casa –no debería de olvidarse de ello, él sólo era un invitado, aunque ya llevase una semana allí viviendo con ella, durmiendo con ella, era un simple invitado, el hermano de su amiga. Y se acabaría yendo.
-Por ahora vivo aquí…
-Te irás –determinó ella.
-¿Eso quieres? –preguntó Justin, acercando sus labios a los de _____- ¿quieres que me vaya?
Ella negó con la cabeza, y él no tardó en capturar sus labios, un beso dulce, y suave, sus lenguas se entrelazaron acariciándose. _____ gimió y se aferró a él, mientras le rodeaba la cintura con las piernas, Justin la pegó contra la pared de la piscina.
No quería que se fuera, no quería, pero se acabaría yendo. Los dos lo sabían.
Gimió cuando él le soltó la parte de arriba del bikini, dejando sus pechos libres de tela, y jadeó cuando él le acarició los pezones.
-Estamos en la piscina –repitió ella roncamente.
-Pero yo quiero hacerte el amor –susurró él, contra su oído.
-Justin…
-¿Alguna vez te han hecho el amor en la piscina, _____? ¿Alguna vez te han amado en el agua?
-Justin… -susurró ella, negando con la cabeza.
-Seré el primero –dijo- el primero… me hubiera gustado más hacerlo en la ducha, pero no me dejaste…
-Ja, ja –se quejó ella- muy gracioso.
-No es gracioso, solo son deseos… y los cumpliré. Te enjabonaré la espalda, y todo el cuerpo con mis manos… te tocaré donde te gusta, y escucharé mi nombre entre tus labios.
La respiración de _____ se incrementó, un calor intenso se apodero de ella, un calor líquido se alojó entre sus piernas, y sin ser consciente, se frotó contra Justin, moviendo las caderas contra él, excitándolo.
Él soltó un gemido con los labios aún sellados, se inclinó un poco y tomó los dulces labios de la castaña. Sus bocas se acariciaron, sus lenguas jugaron. Sus manos ansiosas comenzaron a acariciarse el uno al otro. _____ se sentía como una cría, aquella adolescente, que se iba a la piscina con su novio, con el cual se enrollaba en una esquinita a escondidas, temerosa de que alguien los pillara o les dijera algo, y excitada por el mismo motivo.
Pero ella ya no era una adolescente, y aquella no era una piscina en la que hubiera más gente, no había que hundirse en el agua para jugar si no querían, y nadie los iba a pillar.
Un calor intenso inundaba su cuerpo, su mano bajó por la espalda de Justin hasta llegar a alcanzar el bañador.
-¿Nos bañamos desnudos? –había preguntado él en plan de broma antes de meterse en la piscina.
-Mejor que no –había contestado ella picaresca.
Si se hubiesen bañado desnudos… lo que estaban haciendo en ese momento, lo habrían empezado un rato atrás, pero en ese momento, se arrepentía de no tenerlo totalmente desnudo a su merced.
Introdujo sus pequeñas manos bajo la tela del elástico, y llegó a sus nalgas. Le encantaba aferrarse a ella, las podría estar manoseando el día completo. Rodeando su cintura, dejó que sus manos llegaran hasta delante, alcanzando así el miembro excitado de Justin.
Le mordió el labio cuando ella cerró una de sus manos a su alrededor, mientras con la otra tocaba sus testículos.
_____ rompió el beso, y comenzó a besarle el cuello, el pecho, y aunque hundía la nariz en el agua, no me importaba.
-¿Sabes Justin? –preguntó ella con un brillo especial en la mirada.
-Me das miedo con ese tono, cariño…
-Me pregunto… como sabrás dentro del agua…
Y antes de que él pudiera darse cuenta de sus intenciones,_____ se había sumergido delante de él, su bañador se había bajado lo suficiente como para que su miembro estuviera libre de tela, y su boca caliente y estrecha lo había comenzado a tomar.
¡Dios santo, que calor hacía! Justin echó la cabeza hacía atrás, intentando contener un gemido y se mordió el labio, buscó la cabeza de _____ para hacerla salir, no quería que se ahogara.
Ella salió, pero volvió a hundirse en el agua. Ante de que él pudiera proponerle salir de la piscina.
-Oh… -gimió cuando sus labios lo acariciaron de arriba abajo- _____, _____, _____… -jadeó.
-¿Quién? –Los ojos se le abrieron como platos, el cuerpo se le congeló, miró a su hermana en la puerta que daba al jardín mirándolo con curiosidad- ¿_____ has dicho? –de pronto la susodicha salió del agua, con la cara roja, y jadeante- ¡oh! –fue lo único que escapó de la boca de Caitlin, que se puso colorada, y se giró antes de comenzar a reírse.



Una Ducha Divertida: Capitulo 9

El molesto sonido del teléfono perforó en su cerebro, y dando un salto se incorporó en la cama.
-¿Dígame? –su voz ronca por el sueño le resulto extraña.
-_____, soy Caitlin.
Rápidamente, sintió el sueño y la pesadez apoderarse de su cuerpo, soltando un suspiro se dejó caer un poco hacía atrás, y se apoyó en las almohadas de la cama.
-Hola Caitlin… -dijo muy débilmente.
-¿Te he despertado? ¡Oh, lo siento, cariño, no sabía que dormías! –exclamó la rubia a través del a línea.
-No grites –pidió _____.
-Bueno, perdón, ¿tienes resaca? ¿saliste de fiesta ayer? Es la una y media, no pensaba que estuvieses durmiendo a esta hora.
-¿La una y media? –preguntó asombrada, y abrió los ojos rápidamente.
-Si, pero bueno, da igual, sigue durmiendo tú que puedes, sólo te llamaba para saber como iba todo.
-Mmm… como siempre.
-¿Y mi hermano?
_____ reaccionó. Y buscó a su alrededor a Justin, se descubrió sola en la cama, y una especie de decepción de apoderó de su cuerpo. Pero no debía de sentir nada por el estilo.
-No sé.
-¿Qué? ¡Ya voy! –gritó la rubia, hablando con otra persona- Tengo que colgar, _____, después llamo.
-No hace falta, no soy una cría.
-Lo sé, pero bueno. ¡Voy, voy! Me tengo que ir. Hasta luego.
-Caitlin…
-¡Ah, una cosa! Te llamaba para decirte que me voy a retrasar una semana más.
-¿Qué? –pi, pi, pi… El sonido de la línea cortada sonaba en su oído. _____ se quitó el auricular de la oreja y miró el teléfono como si fuera algo extraño. Después colgó.
¡Maldita seas!, pensó. ¿Cómo que se iba a retrasar una semana más? ¿Cómo se atrevía a dejarla una semana sola con aquel hombre que le había echo el amor toda la noche?
Ese hombre que la había dejado tan cansada que le había dado la una y media de la tarde durmiendo.
Dios santo. ¿Y donde estaba ese hombre?
-Al fin se levantó la dormilona –la voz risueña y sensual de Justin la hizo incorporarse en la cama. La sabana cayó destapándola- Bueno… si me recibes así, me olvido del almuerzo, y vuelvo a la cama contigo.
_____ miró hacía abajo, y vio sus pechos con sus pezones erguidos para él desnudos. Enseguida se tapó.
-Mmm…
-¿No vas a decir nada más… uhm… con más sentido?
-Buenas tardes…
-¡Y tan buenas! –dijo acerándose a ella con una sonrisa picarona en la boca- ¿Qué tal has dormido, castaña?
Sin poderlo evitar una tonta sonrisa apareció en su rostro, mientras él lo acariciaba.
-Bien… -contestó con la sonrisa, aún dibujada.
-Así me gusta, que sonrías…
Él se inclinó sobre ella, y acarició los labios de _____ con los suyos. Ella suspiró.
-Justin…
-¿Mmm…? –un murmullo bajo, sensual, que la hizo estremecerse.
-Ha llamado Caitlin.
-Mmm… lo sé.
-¿Lo sabes? –preguntó sorprendida.
-Ahá… fui a coger el teléfono antes que tú para que no te despertases, pero cuando descolgué estaba mi hermana diciendo que era ella.
-¡¿Me has espiado?!
-¡No! –contestó él, riendo por la voz con sorpresa de ella- ¿habéis hablado de mi? –preguntó con curiosidad y divertido.
-Pues no…
-¿Seguro?
-Me preguntó por ti… -dijo ella.
-¿Y?
-Se tuvo que ir.
-Uhm…
-Es la verdad.
-Claro…
-¡Oye que es cierto! –se defendió ella.
-¿Y quien ha dicho lo contrario? –preguntó él enarcando una ceja.
-Tú…
-Yo no he dicho nada, pequeña, así que no digas cosas que no he dicho.
_____ se dio la vuelta en el colchón y se puso de lado.
-No tengo ganas de discutir –dijo- voy a seguir durmiendo.
Justin tuvo que morderse el labio para no reírse a carcajada limpia, ella no estaba enfadada, ¿no se daba cuenta de que mentía fatal? Su expresión corporal lo decía todo. Estaba indignada, incómoda. En parte se sentía bien, pero se sentía extraña. Y no sabía como afrontar todo aquello.
Cosa que Justin no entendía en absoluto. Habían pasado una noche… muy placentera, el muy debería de ponerse con mayúsculas. Aquella mujer era increíble, y él había disfrutado como un crío. Mentira… como un crío no, como un buen adulto. El sexo había sido increíble. Más que eso.
Pasó el dedo por la espalda de _____ siguiendo la señal de la columna vertebral.
-Bueno –murmuró mientras su dedo descendía- Si quieres dormir, me iré yo solo a comerme el almuerzo que estoy preparando.
Las tripas de _____ crujieron, y ella se sonrojó. Justin volvió a morderse el labio e ignoró el ruido.
Su dedo continuo descendiendo hasta llegar a la parte más baja de su espalda, y después de detenerse unos segundos, volvió a comenzar el camino, esa vez hacía arriba.
Una vez llegó al cuello, se inclinó sobre ella y le besó el hombro, acercó su boca al cuello de ella, y subió hasta alcanzar su oreja.
-Duerme bien, muñequita –susurró. Y levantándose, la dejó sola desapareciendo por la puerta.

_____ oyó la puerta cerrarse y se giró hacía ella; estaba sola en la habitación. ¡La había dejado sola!
Bueno, ¿y ella que le había dicho? Que quería seguir durmiendo ¿no? Entonces, ¿De qué se quejaba?
Aún podía sentir la caricia de su dedo recorriéndole la columna vertebral. Su cuerpo se estremecía ante el solo pensamiento de Justin tocándola, por muy breve que fuera ese contacto. Aquel hombre la hacía temblar.
Cerró los ojos e intentó dormir, de pronto, tenía calor. Buscó los bordes de las sábanas y sacó los pies por los extremos. Ya no tenía calor. Pero se sentía incómoda, y comenzó a girar sobre su enorme cama. Tan grande que se sentía sola.
Cerró los ojos de nuevo, y apretó los puños aferrándose a la almohada cuando la imagen sonriente de Justin apareció ante ella.
-Te odio –refunfuñó.
Mentira…
-¡Cállate! –gritó para si misma. Volvió a rodar sobre el colchón intentando conciliar el sueño. Algo que parecía imposible en ese momento.
Harta de todo; harta de Justin, harta de si misma, retiro las mantas y se incorporó en la cama. El estómago le crujió de nuevo y tuvo que reconocer que tenía demasiada hambre como para dormirse sin más.
Y es que era normal, después de todo el ejercicio practicado que estuviera tan hambrienta.
Al levantarse, algunos músculos internos se quejaron, y ella sonrió ante el recuerdo de la noche pasada. Se metió en la ducha, y al salir se vistió con unos simples pantalones cortos y una camiseta.
Aún descalza, y con el pelo húmedo cepillado, salió a la cocina para picar algo.
Se detuvo de pronto al ver a Justin en la mesa, puesta para dos. El estómago le volvió a gruñir ante el olor de la lasaña que le golpeó la nariz.
-Siéntat
e –le dijo él con una enorme sonrisa en los labios- te estaba esperando




Una Ducha Divertida: Capitulo 8

A _____ no le dio tiempo a reaccionar ante aquellas palabras que acababa de decir Justin, lo único que supo, era que Justin había ceñido sus manos con fuerza en sus caderas, la había puesto contra el respaldo del sofá, le había abierto las piernas y se había colocado contra ella de rodillas.
Su respiración pesada por culpa de la excitación hacía que su pecho subiera y bajara de una forma rápida, agitada. Notaba su cuerpo arder, y sentía el miembro de Justin, grueso, caliente y duro contra la entrada de su vagina, haciendo presión.
Ella goteaba por él… pero él tan solo la miraba a los ojos, alargando el momento de tomarla, aunque lo que más deseaba en ese instante, era tomarla, hundirse profundamente en su interior cremoso y húmedo.
_____ gimió, cuando él la empujó e hizo su cuerpo chocar más contra el respaldo caliente del sofá, que estaba pegado a su piel sudorosa.
-Justin… -jadeó ella. Y él se inclinó para besarla profundamente.
Su lengua juguetona, le acarició los labios con fuerza controlada. Sus uñas arañaron su espalda, el ansia la ganaba, necesitaba sentirlo, y por ello mismo movió sus caderas contra él.
Pobre sofá… probablemente tendrían que comprar otro después de aquella hazaña. Las rodillas de Justin estaban hincadas en el centro del mueble, las de _____ un poco más separadas dejándole espacio suficiente para que él cupiese entre ellas, el respaldo tenía todo el peso de ella, junto un poco del de él. Ya que una de sus manos se aferraba al respaldo para no caer sobre _____, mientras que la otra acariciaba el cuerpo femenino.
-Uuuuhhhm… -_____ intentó gritar ante la invasión de aquel miembro que la penetró profundamente, pero la lengua de Justin se lo impidió ahogando su grito y convirtiéndolo en un simple sonido.
Justin se detuvo, enterrado en ella, permitiéndose sentirla palpitar y esperando que se calmase un poco, había entrado en ella de una sola embestida, y el cuerpo de _____ se había arqueado contra el suyo.
Sus paredes vaginales se contraían y él palpitaba a punto de explotar. Respiró hondo contra la boca de ella, y suavizó el beso, el cual continuó mientras salía de ella, para volver a hacerse paso entre sus paredes húmedas.
_____ gimió mientras recorría la espalda de Justin con las manos, acariciándolo repetidamente de arriba abajo y de abajo arriba comenzando en sus hombros y acabando en sus nalgas, en las que se detenía para acariciar, en las cuales dejaba sus manos para sentir como él movía sus caderas arremetiendo contra ella.
Él intentó controlarse, intentó ir despacio, intentó prolongar el momento. Pero ella era demasiado, y él estaba demasiado excitado.
Las arremetidas eran fuertes y profundas, y cada vez eran más y más rápidas. Sus alientos se mezclaban, sus bocas se besaban, sus manos se acariciaban incansablemente.
_____ notaba las manos de Justin ceñirse a su cintura de vez en cuando, al entrar en ella profundamente, hasta el fondo. Sentía que se podía romper en cualquier momento, pero nada de aquello importaba, sólo le importaba sentirlo deslizándose, entrando y saliendo.
Solo le importaba sentir como su cuerpo se tensaba junto al de él, preparándose para alcanzar un nuevo orgasmo.
El sonido de sus cuerpos al chocar era excitante. Justin se aferró a las caderas de _____ para poder hundirse en ella sin que se le escapara. Con fuerza arremetió contra ella. Quería liberarse, quería alcanzar el orgasmo dentro de ella.
Apretó los dientes, y hundió la cara contra la curva de su cuello, sintió los dientes de _____ clavarse en su hombro, y oyó su grito apagado contra su piel, la sintió temblar mientras el orgasmo arrasaba su bonito cuerpo. Se sacudió contra él, mientras se movía con impaciencia. Una, dos… su cuerpo se tensó y hundiéndose por última vez en su interior soltó un gruñido brutal al alcanzar el clímax.
_____ continuaba aferrada a sus hombros, con la cabeza apoyada contra su pecho. El calor iba desapareciendo poco a poco, pero la respiración aún era rápida.
Se negaba a separarse de él, sentía una vergüenza enorme por lo fácilmente que había sido, con lo fácilmente que se había acostado con él. Tan rápido… no le había dado tiempo a pensar en nada.
Bueno, era una persona adulta, ¿no? Tenía derecho a un poco de diversión.
Por más que quisiese convencerse, en parte no lo conseguía. Nunca, jamás debería de haberse acostado con él. Justin no era como todos los hombres, él era… una especie de droga e imán. La atraía… y ahora que lo había probado, tendría grabes problema para no ir corriendo hacía él.
Si al menos no supiese lo que se perdía… Si al menos no supiese lo bueno que era en la cama. ¡Por dios, le había dado más orgasmos que cualquier otro tío! Y todos seguidos…
-_____… ¿estás bien?
-Uhm…
-_____…
-¿Qué? –murmuró ella.
-¿Qué te pasa?
-Sabes que esto no debería de haber pasado…
-¿Te arrepientes? –pregunto él.
_____ no respondió.
¿Se arrepentía? No… entonces, ¿por qué no se lo decía? Justin se separó de ella, y le permitió mover un poco las piernas, de aquella posición tan incómoda.
-¿Te arrepientes? –volvió a preguntar.
A ella le tembló el labio.
-¿Te arrepientes, _____? –preguntó de nuevo, insistiendo.
-No está bien lo que hicimos…
-No me evadas, te hice una pregunta -¿Por qué se había puesto tan serio?- Mira, no creo que haya estado mal lo que hemos hecho, los dos lo deseábamos, eso si, si te arrepientes, no te preocupes por nada. No volverá a pasar.
¡Estaba enfadado!
Rápidamente, él se separó de ella, y comenzó a vestirse.
-Justin…
-No te preocupes _____, me mantendré alejado de tu provocador cuerpo. No me verás el pelo.
-Pero…
Él se comenzó a alejar de ella, y se sintió muy sola.
-Justin, no te vayas…
-¿Quieres que me quede? ¿Para qué? Mejor me voy, no quiero que después te arrepientas.
-¡Que no me arrepiento de nada, maldito seas!
Justin se paró de pronto, y se giró hacía ella despacito.
-¿Seguro? –preguntó con cautela.
_____ asintió.
-Que no me arrepiento… sólo que… no debió pasar.
-Eso es algo que… ¿Cómo decírtelo? ¿Algo que ya no vale la pena pensar? Ya ha pasado, _____… Y juraría que has disfrutado tanto como yo.
Poco a poco se acercó a ella, hasta ponerse a su lado en el sofá, donde ella estaba desnuda, y sonrojada, aún.
-Sé que ya ha pasado –dijo ella.
-Y lo has disfrutado… -_____ se sonrojó, y él le acarició las mejillas.
-Muy bien, lo que digas…
-¿No lo has disfrutado, cariño? –preguntó él picarón- ¿has estado fingiendo? –preguntó haciéndose el ofendido.
-¡Claro que no! –exclamó ella rápidamente.
-¡Oh, menos mal! Creía que tendríamos que repetir para comprobarlo.
_____ miró hacía otro lado para intentar disimular el calor que abrasó su cuerpo. Justin por el contrario continuó mirándola, su rostro rojo, su cuerpo acalorado, recorrió cada rincón de su bello cuerpo. Desde sus ojos, pasando por su cuello, el cual tenía una pequeña marca que él había dejado sin querer. Siguiendo por sus pezones, erectos que lo llamaban a voces. Bajando por su vientre hasta llegar al triángulo húmedo que unía sus piernas.
Algo en él se tensó.
-¿Sabes que eres una provocación, así como estás?
Ella intentó cubrirse pero él detuvo sus manos y se inclinó un poco sobre ella.
-Justin… -se intentó quejar.
-No digas nada… -murmuró él, y poniéndose a su altura, tomó sus labios en un beso ardiente.



Una Ducha Divertida: Capitulo 7

(HOT)



_______ suspiró pesadamente, cuando la lengua de Justin recorrió su vientre, recogiendo las palomitas que había sobre ella.
No estaba muy segura de cómo había sucedido, pero su camiseta se había subido más de la cuenta, y mostraba algo de sus senos, su pantaloncito corto, tenía la cinturilla bajada peligrosamente, y la boca de Justin iba de abajo hacía arriba y viceversa.
Le costaba respirar de vez en cuando, y procuraba no gemir. ¿Pero cómo evitarlo con aquellas caricias tan sensuales?
Maldito fuese…
-¿Has… has terminado ya? –preguntó ______. ¿Por qué tenía la voz tan ronca?
Justin alzó la vista, la miró sonriente. _______ no pudo evitar fijarse en su boca, estaba tan sensual y provocadora después de haber recorrido todo su vientre varias veces.
-Uhm… -se fijó en que él miraba a sus pechos, y tuvo que tragar saliva. Como la tocase más íntimamente, estaría totalmente perdida- me parece ver una palomita escondida…
______ tragó saliva cuando él se inclinó sobre ella, y su boca rozó uno de sus pechos. Respiró profundamente, de alguna forma debía de controlarse.
-Me parece que no quiere salir –murmuró él- pero no me ganará –dijo.
Y _______ sintió su húmeda lengua lamer cerca de su seno, tocándolo poco a poco. Justin se colocó sobre ella, sin tocarla, tenía una mano a cada lado de su cuerpo, y se sostenía con ellas, su cabeza empujaba su camiseta luchando con aquella palomita que se escondía.
“Cógela ya, cógela ya” –rogó ______, o la cogía o ella acabaría totalmente perdida.
Dios santo, ¿Cuándo se le había ocurrido aquel estúpido juego, en el que se había puesto totalmente a su disposición? Si se levantaba, si decía que se había acabado el juego y se encerraba en su cuarto… aquella tortura acabaría. Dulce tortura…
El aire acarició sus pezones erectos, y ella no pudo evita jadear, al sentir el pelo de Justin acariciárselos.
-Justin –dijo ella, desesperadamente.
-Ya la conseguí –susurró él.
¿Por qué le daba la sensación de que esa palomita no existía? La nariz de Justin le acarició uno de sus senos, despacio y suavemente, hasta que llegó a la cima.
Con los ojos bien abiertos, aunque nublados por aquel deseo fogoso, _______ lo observaba. Sólo debía de levantarse, y todo acabaría…
Abrió la boca para decir, que ya se acababa el juego, pero de su garganta tan solo escapó un dulce gemido, cuando los labios de Justin se cerraron en torno a uno de sus pezones. Si antes sentía calor, ahora sentía como todo su cuerpo ardía.
Justin acababa de encender un lujurioso fuego en su interior… que iba a ser difícil apagar.
Un calor líquido se alojaba en su entrepierna, mojando sus braguitas. Se retorció bajo Justin y arqueó su espalda, sin poder evitarlo. Su respiración se había agitado y no sabía el modo de controlarla.
¿Y si lo empujaba y echaba a correr? Después se daría una buena ducha de agua fría…
-Te deseo –las palabras de Justin la hicieron dejar de pensar, su mente nublada por el deseo, intentaba retomar sus pensamientos, pero la visión de Justin lamiéndole los pezones, junto con el placer que sentía por el acto, la hacía no saber pensar.
-Justin –gimió, cuando él dejó de lamer un pezón para ir por el otro…- ah… -tan tenue, tan sensual…
Él no pudo evitar chupar con más pasión, aquel montículo tan sabroso que adornaba la cima de su bello seno. Mientras que con la boca, se encargaba de mimar aquel bello pecho, y hacerla gemir, con una mano, se dedicó a pellizcar el pezón que se había quedado sin sus caricias, segundos atrás.
Las manos inquietas de _______, rendidas a todo aquel placer, acariciaban el cuerpo de Justin, su espalda desnuda por debajo de su camiseta, su pecho esculpido como si fuera un rey, fuerte y suave, cubierto por una fina capa de vello que comenzaba en su pecho, y descendía en una línea hasta su ombligo, donde seguía bajando hasta esconderse en sus calzoncillos.
_______ apretó los puños para no encaminar sus manos hasta el interior del pantalón de Justin, tan solo tenía que introducir su pequeña mano por debajo del elástico y encontraría aquello que en ese momento anhelaba.
-Aahh –jadeó, arqueando su cuerpo por completo, y haciendo que ambos se pusieran en contacto- Justin –jadeó al sentir la erección de Justin contra ella.
El cuerpo de Justin cayó sobre el de ella, aplastándola levemente, podía sentir la erección de Justin presionada contra su sexo mojado. Sus piernas estaban separadas, y lo acogía entre ellas.
Él continuaba atendiendo sus senos, y ella revolvía su pelo antes de bajar por su espalda de nuevo. De arriba abajo, hasta volver a alcanzar aquel pantalón. Introdujo un poco los dedos sobre la tira del pantalón, y alcanzó los calzoncillos, los levantó un poco y acarició su piel antes de volver a subir.
Dejó de saborear sus pechos, para mirarla a la cara sonrojada, sus mejillas color escarlata lo hacían endurecerse más. Necesitaba tenerla. Necesitaba besarla. Aquellos labios entreabiertos, pedían a voces sus besos. Subió un poco, y la oyó gemir, al encajar más su erección, contra su parte más íntima.

-Me vas a volver loco –dijo él, lamiéndole los labios.
-Justin…
-Dime que pare ahora, cariño, porque si no lo haces,después no lo haré…
Justin cubrió su boca, bebió de ella, absorbiendo sus labios, antes de deslizar la lengua entre sus dientes, y cubrir la lengua femenina con la suya.
_______ gimió mientras respondía a aquel beso cargado de deseo y fogosidad. Su cuerpo se movió bajo del de Justin buscando su calor.
-Dime que pare… -susurró él, mientras se deshacía de su camiseta, y de la de ella, dejándola desnuda de cintura para arriba.
Los labios de Justin cubrieron los suyos de nuevo, antes de descender por su cuello, y mordisquear su hombro. Sus labios continuaron bajando deteniéndose brevemente en sus senos, para bajar por su vientre, hasta alcanzar la tela del pantalón…
______ gimió, cuando él le bajó un poco el pantalón. La miró a los ojos, mientras le alzaba las piernas, y le quitaba las prendas.
Jadeó cuando sintió el aliento cálido de Justin acariciarle su sexo, que goteaba por él. Uno de los dedos de Justin, se posó sobre su sexo, comenzando desde abajo.
-Estás tan mojada –canturreó, mientras hacía su dedo subir, para acariciarla- tan mojada… -repitió- y todo para mi –susurró contra ella, cuando alcanzó su clítoris.
_______ tuvo que morderse los labios para no gritar.
¿Por qué la hacía olvidarse de todo? ¿Cómo conseguía volverla tan débil, y quitarle el poder de pensar?
Su cintura de arqueó para él, para su boca abierta, aquella que saboreaba su húmedo sexo, aquella que bebía de ella. Jadeó al respirar, e inspiró pesadamente.
La lengua de Justin subía y bajaba a lo largo de su sexo, cayendo como un látigo sobre su botón más sensible, antes de hacer círculos alrededor de él y descender hasta llegar a la entrada de se humedecía por segundos,_______ gimió, cuando él comenzó a lamer su clítoris incansablemente, mientras introducía un par de dedos en su interior, moviéndolos en círculos, antes de sacarlos y meterlos.
Los jadeos resonaban entre las cuatro paredes del salón, el ambiente estaba caldeado, y Dulce se sentía arder. La boca de Christopher la torturaba de placer, y ella se retorcía bajo él, mientras notaba el orgasmo formarse en su cuerpo.
-Justin –lo llamó ahogadamente, mientras alzaba las caderas, y tiraba de su pelo, en el que tenía enterrado sus dedos inquietos- Justin… -susurró, mientras se movía con impaciencia.
Cerró los ojos ante la ola de placer que le recorrió el cuerpo, y tiró del pelo de Justin, mientras gritaba rogando más. Su cuerpo cubierto por una capa de sudor, se movía nervioso. Rogando por alcanzar su liberación, pero él marcaba su ritmo, retirando su juguetona lengua, cuando la notaba muy apunto, y volviendo a retomar sus caricias para volver a llevarla al límite.
Sin poder aguantar más, sintiéndose a punto de reventar, él se incorporó y se quitó los pantalones, liberando así su miembro duro y caliente.
-Justin –lo llamó ella.
-Ya voy, cielo –susurró él, colocándose un preservativo, que _______ no sabía de donde había salido.
-¿Siempre vas tan preparado? –preguntó ella con la poca ironía que pudo sacar.
-Siempre que voy a verte voy preparado –contestó él, retomando las caricias en su sexo, ______ gimió y echó la cabeza hacía atrás.
Él se arrodilló en el sofá, y la ayudó a levantar la pierna, la que acabó apoyando sobre su hombro.
Condujo su miembro hasta la entrada de Dulce, líquida y caliente, y mirándola a los ojos, se enterró un poco en su ser.
-¿No serás virgen, no? –preguntó al verla apretar los dientes.
______ abrió los ojos con incredulidad. Y él rió entre dientes.
-¿Pero qué…? Ahhh… -un grito ahogado escapó de su garganta, cuando él la penetró sin previo aviso. Echó la cabeza hacía atrás, y respiró profundamente. Justin podía notar los espasmos de su vagina alrededor de su miembro, y apretó los dientes, mientras salía de ella, completamente, para volver a entrar, de la misma manera.
Sus cuerpos chocaron, y _______ sintió el calor del deseo y la pasión recorrerle el cuerpo.
Él volvió a repetir lo mismo, y la cuarta vez, _______ gritó mientras se aferraba a los cojines con fuerza y su cuerpo se sacudía de placer.
Abrió los ojos para encontrarse con la cara de Justin, quien tenía un brillo en los ojos, y la miraba intensamente. Su mandíbula estaba apretada, y sonreía fugazmente.
-Yo… -dijo ella- ¿lo siento?
-¿Por qué lo sientes? –preguntó él.
-No lo sé… me fui antes de tiempo.
-Oh… no te preocupes, ahora me toca a mi.


miércoles, 7 de marzo de 2012

Una ducha divertida: Capitulo 6

_______ suspiró, mientras se llevaba a la boca el vaso de coca-cola, con la mirada fija en la televisión. Buscó a ciegas el cuenco de palomitas, y cogió unas cuantas con una mano, y con la otra, comenzó a coger una a una para ir comiéndoselas.
-¿Es interesante?
Dio un respingo, mientras miraba a Justin, que por lo visto estaba sentado a su lado.
-¿Cuándo has llegado?
-Hace cinco minutos.
-Mentira –dijo ella- no te he oído.
-Lo sé –rió él- ¿interesante la peli, no?
-Uhm… ¿Qué quieres, Justin?
-¡Oh, nada!, es que he pensado, que como ahora somos amigos, pues podemos ver la peli juntos.
-Pensaste mal, adiós –masculló, comiendo más palomitas.
Comenzaba a odiarlo… la irritaba, sobre todo porque cada vez que lo miraba, sólo conseguía dibujar en su mente, el beso que le había dado en la playa.
Recordaba el sabor de sus labios juntos a los suyos, su lengua abriéndose paso entre sus dientes, y como había jugado con la suya. Sus manos acariciando su espalda, y su cuello, haciendo que la piel se le erizara y deseara más que un simple beso.
Por eso había tenido que romperlo. Si no… solo dios sabría que habría acabado pasando allí.
-¡No seas así! –se quejó él- déjame verla.
-Está bien, está bien –pero cállate.
-Ok…
-¡SHH!

La película había acabado siento un auténtico muermo, una comedia romántica, en la que increíblemente, _______ había acabado medio saltando cuando los protagonistas habían acabado juntos.
Lo único bueno en toda la película había sido, cuando los protagonistas habían echo el amor… momento en el que Dulce se había dedicado a mirarlo de reojo, medio ruborizada, y otra cosa buena, era haberla visto con ella, quien sin casi darse cuenta, había acabado apoyándose contra él.
-Se acabó –dijo ella, bostezando.
-¿Tienes sueño? –preguntó él, acariciándole el pelo.
-Un poco –contestó cogiendo un puñado de palomitas.
-Uhm… ¿Están buenas?
-Ahá… -contestó ella, comiendo.
-¿Me das? –preguntó él.
-Sírvete –dijo ella, cogiendo otro puñado, que iba a ir a su boca.
Justin le cogió la mano sujetándola por la muñeca.
-Me serviré –dijo. Y se inclinó sobre ella, para coger unas pocas palomitas de su mano.
El cuerpo de _______ se estremeció, y sintió como su cuerpo reaccionaba ante aquel simple gesto. Los ojos hipnotizadores de Justin la miraban, mientras le abría los dedos, e iba comiéndose las palomitas de su mano.
-Eres un fresco –dijo ella en un murmullo.
Él la ignoró y continuó comiendo, lento y sensualmente, una a una saboreándolas, sin soltarle la mano, para que no la retirase.
-Si que están buenas –comentó él, una vez, no quedó ninguna.
Malditas palomitas…. Jamás las vería con buenos ojos.
-¿Quieres? –preguntó él.
-Si… -voz tenue, hipnotizada.
Justin cogió una simple palomita, y se la colocó entre sus labios, después se acercó a _______ y como pudo, dijo;
-Toma…
Fue un murmullo que ella bien había entendido, con los ojos como platos, miró a Justin, quien era capaz de hacerla perder la cabeza. Lo odiaba. ¿De verdad?, se preguntó a si misma.
Pero no respondió nadie. Solo podía mirar aquella palomita, que estaba rogando ser comida por ella, y por él… porque sería una palomita con suerte, una palomita compartida.
_________ se inclinó un poco, y cogió la palomita con los dientes, arrebatándosela a Justin, sonrió dichosa y se fue a retirar, cuando sintió la mano de Justin en la nuca.


-¿Quieres otra? –su aliento cálido le acarició la cara.
Y una palomita nueva se posó en los labios de él. Esa vez, _______ retiró la palomita con la lengua, con la que lamió los labios de Justin.
Respiró pesado, y miró a los ojos de ella.
-¿Otra? –preguntó.
-Uhm…
¿Él quería provocarla? Bien, jugarían los dos. _______ asintió, y Justin colocó otra palomita, _______ la cogió uniendo sus labios a los de Justin, masticándola sin separar los labios, una vez se la tragó, sacó la lengua, y se lamió los labios, gesto en el que incluyó los labios de Chris.
Él suspiró, y miró los ojos de ella. Sonreían.
-¿Quieres tú palomitas, Justin? –preguntó ella con voz seductora.
-Sólo si tú me das…
-¿Qué te parece… comer de mi?
Él se quedó en silencio, ¿iba enserio, o le estaba tirando un farol? Se sentía perdido con _______, tenía algo que lo atraía, y se quedó callado cuando ella, se estiró en el sofá, se levantó la camiseta sin descubrir sus pechos, solo dejando el vientre al aire, y cogiendo un puñado de aquellas chuches blancas, las colocó sobre su vientre, esparciéndolas después. 
Él tragó saliva, y la miró.
-Oh –dijo _______ haciendo un pucherito- No me digas que ya no quieres –musitó sentándose, y haciendo que todas las palomitas cayesen en el sofá.
-Túmbate –susurró él. Y ella lo hizo.
Justin cogió unas cuantas palomitas, y las colocó nuevamente sobre su vientre, esparcidas por cada trozo de piel.
Dulce pensó, que ella misma se había metido en aquello, ¿estaría borracha?
No… no lo estaba. Era borrachera, pero de pasión.
Justin se arrodilló delante del sofá, e inclinó la cabeza, para ir cogiendo cada palomita en un beso.
_______ sintió como se le tensaba el vientre, como la piel le cosquilleaba, y se obligó a permanecer en la misma posición.
Justin se comió todas las que había, y alzó la cabeza para mirarlo, después ________ lo vio agacharse de nuevo, y tragó saliva, al ver, que la boca de Justin se acercaba muy peligrosamente, a la cinturilla de su pantalón.
-Se enganchó cuando te levantaste.
Se desplazó un poco más hacía abajo, y enterró la cabeza entre sus piernas levemente separadas, _______ sintió un calor fuerte alojarse entre sus piernas.
-No deberías de haberte levantado, ahora hay palomitas en todos lados… -se quejó juguetonamente Justin.
Ella suspiró, cuando él volvió a inclinarse, los pantalones cortos, no podían cubrir sus piernas, y por lo tanto, no podía evitar sentir el pelo de Justin acariciando su piel, sus labios chocando con sus piernas, al coger las palomitas, su respiración cálida la acariciaba, cuando su nariz chocaba contra ella.
-Puedes parar –dijo ella.
-Pero tengo hambre… -se quejó él.
-Justin –murmuró.
-Shh… -siseó él, y se volvió a inclinar.
La mataría si seguía así.
-Jus…
-No pienso levantarme, hasta que no me haya comido todo lo que hay en tu cuerpo –dijo, echando un puñado más de palomitas sobre ella.

viernes, 2 de marzo de 2012

Una ducha divertida: Capitulo 5

_____ cogió el tenedor, y pinchó un trozo de lechuga, antes de pinchar uno de carne parallevárselo a la boca con cuidado. Miraba a Justin comer de reojo. Debía de confesar que no lo estaba pasando del todo mal. Habían dado un paseo en coche, y Justin la había llevado a un lugar bonito, un lugar en el que podían observar la playa mientras comía, y eso le gustaba.
Habían visto el sol ocultarse juntos, y eso era algo que provocaba un extraño sentimiento en la Morena.
-¿Qué quieres hacer después de comer? –Justin interrumpió el silencio, y miró a ______, mientras bebía agua.
-¿Nos vamos a casa?
-Si es temprano…
-¿Y?
-Por favor, ______. Vale, sé que no me he comportado como el mejor de los caballeros, pero es que nuestro encuentro no ha sido normal…
-Aja… -tenía que ignorar el nudo que crecía en su estómago.
-Caitlin se va a llevar algunos días fueras…
-Si…
-…y nosotros debemos de convivir bajo el mismo techo. –Ella guardó silencio.
-Lo sé. ¿A dónde quieres llegar? –preguntó con curiosidad.
-Pues… que podríamos hacer una especie de tregua.
-¿Una tregua?
-Aja… podemos comenzar por llevarnos bien, y dejar de actuar… seamos normales.
-Yo no he estado actuando –se defendió ella.
-Pero si has estado a la defensiva.
-Normal… debo tener cuidado con los tipos como tú…
-¿Con los tipos como yo? –preguntó él divertido- creo que es la segunda vez que me dices eso.
-Puede ser…
-No me has contestado.
-Tú me entiendes…
-¿De verdad? Las mujeres sois complicadas, y creo que tú más.
-Puedo decir lo mismo de los hombres.
Justin rió, y ella no pudo evitar reír con él, ¿Qué más hacer? En el fondo le caía bien… y pensaba que era un buen tipo… pero muy en el fondo… Vale, ¿a quien pretendía engañar? Porque a si misma no lo conseguía; le caía bien. Le resultaba divertido, aunque a veces la irritase con aquellos comentarios, o colándose en su cuarto de baño y arrebatándole la toalla para manosearla con ternura, y precipitación.
Vale, no le caía tan bien.
Lo miró a los ojos, y sintió un nudo abrasador en su garganta, que bajó a su estómago, y comenzó a comenzarse en un calor líquido entre sus piernas. Las cuales juntó, para intentar impedirlo. En vano.
-¿Qué decías? –preguntó ella.
-La tregua… ¿la aceptas?
-¿Dejarás de decir cosas de mi, y de colarte en mi cuarto de baño?
-Lo intentaré.
-Bien… al final del día te contestaré.
Él sonrió negando con la cabeza. Era como una niña caprichosa… que le fascinaba. Con aquel rostro angelical, y aquel pelo negro , negro como el onix.  que quería sentir con ella, La pasión, para apagar el deseo de su cuerpo.
-A la playa –dijo _______.
-¿Qué?
-Después de comer, a la playa.



La arena entre los dedos de los pies, era una sensación, que le gustaba, enterrar los pies en la arena se estaba volviendo, fría a causa de la noche.
-¿Te gusta la playa, eh? 
-Mucho –contestó _______, con una sonrisa de oreja a oreja- gracias por traerme aquí.
-Un placer, poder haber echo algo bien, al final.
Dulce rió.
-Hombre… no todo ha sido malo…
-¿No?
-No… habría estado mejor si no te hubieses colado en mi baño… y si te hubieras ahorrado esos comentarios.
-Eran verdad.
-¿El qué?
-Tienes un culo bonito… muy bonito.
-Justin… -su tono era de advertencia.
-Y un cuerpo precioso… -susurró él.
Ella aceleró el paso, como se parase… sólo Dios sabía que pasaría si ella se quedara quieta, podría ser que se lanzase a sus brazos, o bien que lo abofeteara, aunque estaba más segura de la primera opción.
-¡_______!
Ella bajó el paso, y él tomándola de la muñeca la hizo girarse.
-Jus…tin…
-No te ofendas… sólo te dije la verdad…
-Quizás… quizás… quizás no quería oírla.
-¿Tartamudeas?
-Por tu culpa…
Él sonrió, como no hacerlo, hundió la mano en el espeso cabello de ella, tan suave y sedoso como una caricia, enredando los dedos entre sus rizos, se llevó uno a la nariz para olerlo.
-Yo tengo otro problema contigo… -murmuró él.
-¿Sí, cual? –preguntó ______, tragando saliva.
-Me vuelves loco…
-Como tú a mi –replicó ella.
-¿Te vuelvo loca?
-Aja…
-Habrá que buscar una solución, ¿no crees?
-La tregua…
-Es una opción, ¿eso significa que la aceptas?
¿Por qué le costaba tanto respirar? ¿Y por qué le daba la impresión de tenerlo cada vez más y más cerca? Podía sentir su pecho contra el suyo, sus piernas fuertes, pegadas a las suyas. Su respiración en la cara, su mano en la espalda, la caricia en su cuello de aquellos dedos fuertes, junto a su pelo.
-Por el bien de los dos… -aceptó ella- Ningún comentario más, ni intromisión en el baño.
-A menos que tú me permitas el paso…
-Justin…
-______… ahora debemos hacer algo con mi locura…
-Ya hicimos… la tre… tregua.
-Mi locura es otra, cariño… me vuelves loco, pero de deseo.
-Just…
-¿Qué te parece si sellamos la tregua? –preguntó él, pegándola más a su cuerpo, con la respiración más pesada, ella entreabrió los labios, quizás debiera quejarse, pero lo único que hizo fue responder al beso, cuando él, unió su boca a la de ella.